Federico Arnau. Comerciante jubilado.
La noche del 24 de Mayo del 2015 marcará un antes y un después en la madurez de los españoles, en política.
Los resultados que saldrán de la urnas también marcarán un antes y un después para los partidos políticos.
Desde la restauración de la Democracia en nuestro país ha primado el bipartidismo y cuando no ha habido mayoría se ha pactado con los nacionalistas, sobre todo, catalanes, y de ello han sacado buen rédito para su autonomía. No son buenas las mayorías, pero si los gestores demuestran confianza, es la única manera de no claudicar con el nacionalismo, de lo contrario no sé hasta qué punto las empresas gestoras (partidos políticos) son capaces de tirar y ceder en beneficio del pueblo; y tenemos la muestra más reciente en Andalucía, una comunidad sin presidenta por no haber podido ser investida. La señora Díaz tacha de irresponsabilidad a los demás ahora que le escuece, sin embargo no tuvo escrúpulos para no respetar a la fuerza vencedora, PP, pactando con Izquierda Unida y no dejarla gobernar y, finalmente, no haberle salido el movimiento que ella pensaba, pero quien lo está pagando es España y Andalucía.
Los ciudadanos españoles tenemos que elegir a nuestros representantes para que, durante cuatro años, nos gestionen nuestros impuestos. ¿A quién damos la confianza? Lo cierto es que es difícil, porque personalmente ningún grupo tiene mi confianza, pero la empresa actual de gestión PP, yo que no soy economista observo que la prima de riesgo es muy baja comparada a cuando empezó esta empresa su gestión, ya que estaba en más de 600 puntos; las exportaciones han comenzado a remontar; se ve más alegría que hace un año y aunque queda mucha gente sin trabajo, familias pasándolo muy mal, según todos los datos, informes internacionales indican que iremos mejor pero que nos quedan entre 3 o 4 años para poder respirar bastante mejor de lo que respiramos ahora. ¿Entonces qué hacemos? Sabiendo que la calidad de vida anterior a la crisis quizás no la volvamos a conocer. ¿Confiamos con las personas que han tenido que hacer lo que también ha tenido que hacer Francois Hollande en Francia aunque nos joda? o ¿Confiamos con aquellos que tienen las soluciones, y no las han publicado por si se las copian y han preferido lanzarlas ahora? Y además, la mayoría, no son creíbles, ‘sabemos que son castillos en el aire’.
La confianza se gana para los políticos que están en las instituciones con la labor que han desarrollado en toda la legislatura, no vale estar tres o cuatro meses lanzando mensajes y tener un orgasmo de ideas y soluciones en los últimos quince días. La gente estamos más maduros, sin embargo las nuevas empresas de gestión que están en alguna pequeña representación o piensan alcanzarla, deben demostrar que sus propuestas son diferentes, creíbles y sobre todo que se puedan llevar a cabo.
Esta campaña está demostrando el miedo de algunos políticos, sobre todo de izquierda, por sus descalificaciones, insultos inadmisibles, cuando en anteriores convocatorias ya se hizo un pacto de no agresión o menos agresión, porque era vergonzoso. ¡Bueno! Pues eso no se recuerda y se ha vuelto al insulto en vez de a las propuestas; sacar mierda en vez de soluciones, y mierda tienen todos, no hay ningún partido que no tenga, desde luego unos ‘cagarritas’ y otros ‘monas’, pero todos. Entonces solo nos queda confiar con las personas, sobre todo cabezas de listas, por lo menos es lo que yo personalmente pienso hacer.
Es normal que los partidos que no gobiernan vayan en contra del que gobierna. No debería ser así, pero eso lo hacen todos. Tenemos unos candidatos que no han seguido los temas de funcionamiento del Ayuntamiento de Castellón y en sus propuestas hay acciones que ya están en marcha desde hace tiempo o hace poco que se han pactado, luego demuestran no estar al corriente de una institución que quieren dirigir, y otros que hace años que están, dejan mucho que desear.
Mi opinión de algunos candidatos ya la expuse en mi artículo de la semana pasada, pero no puedo dejar pasar la irresponsabilidad de Izquierda Unida. El candidato a la alcaldía de Castellón junto a Carmen Carreras, como saben que desaparecen como partido, se han unido a otras fuerzas con tal de no quedarse fuera, y para llamar la atención y poder salir en los periódicos, con lo cual se ahorran un dineral en propaganda, se convierten como unos Tejero asaltando el ayuntamiento, la casa de todos los castellonenses, en un atentado a la democracia.
Una forma de actuar reprobable cuando quieren darnos lecciones de civismo y se comportan, como su sindicato en las huelgas, de una forma dictadora; y nos proponen ecología, una ciudad saludable, bla bla bla y ensucian las paredes de la ciudad, buzones, puertas de transformadores, al igual que otros partidos. ¡Qué ironía! ¿No? ¿A partir del día 25 limpiaran ellos lo que han ensuciado? o ¿Lo harán las brigadas municipales con el dinero público? ¿Eso no es una malversación en favor de los partidos y en detrimento de la ciudadanía?
Vamos a ver qué ocurre con los resultados y hasta donde van a llegar los pactos, salvo sorpresas, para desplazar al PP, si o si, pensando en sus propios intereses o en el de los ciudadanos. ¿Y si la irresponsabilidad no es gobernable? ¿Serán capaces de dimitir y hacer nuevas elecciones? ¿O nos tendremos que esperar los cuatro años en un gallinero?
Para que eso no ocurra debemos de tener madurez política y ser coherentes con nosotros mismos, porque en ello nos jugamos mucho más de lo que parece.
Suerte para todos los responsables que lleguen a las instituciones para defender al ciudadano, de lo contrario… ¡Dios nos pille confesados!