Federico Arnau. Comerciante jubilado.
Tras el golpe de los críticos al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, por su afán enfermizo de querer a toda costa ser Presidente del Gobierno de España, no respetar el juego político, no respetar los resultados electorales, desoír a quien le aconsejaba por experiencia qué camino tomar, y hacer lo que él consideraba acertado escudándose en no defraudar a sus votantes, rodeado de gente con miedo a perder protagonismo y envuelto, en un alarde de prepotencia excesiva.
Esto que ha ocurrido en un partido histórico y de la madurez del PSOE, nos deja atónitos a todo el mundo, digo a todo el mundo porque tanto a los votantes o simpatizantes, como a quienes votan a otros partidos, saben que un partido como el PSOE en las formas anteriores a Pedro Sánchez es necesario, bueno e imprescindible en la política Española.
Cierto es que el mundo cambia y en ese cambio hay otras fuerzas que tienen que decir algo en la vida política española, pero también es cierto que muchos de los países democráticos del mundo antiguos al final son conservadores o social demócratas los que dirigen esos países, con apoyos de otros menos potentes pero interesantes.
Las crisis políticas, y sus guerras, están llevando a que resurjan otras opciones llamadas populistas o de extrema derecha o extrema izquierda, con todo el derecho y justicia de estar y a ser posible tener representación en los parlamentos, porque sus voces también son importantes para la ciudadanía.
Como he dicho todos son importantes, pero con las reglas políticas que marca la Constitución, cumplir las leyes y trabajar por el ciudadano y no por su grupo político o intereses personales.
Por desgracia esto no es así. Todos los partidos a los que yo llamo empresas de gestión, todos miran para su ombligo, pero si son constitucionalistas y su gestión es hacer que el Estado español y sus ciudadanos vivan mejor, la unidad del Estado y sus ciudadanos, en su unión y sus Leyes Constitucionales hacen que se progrese y se mire el horizonte para los que nos vienen detrás tengan un vida mejor.
Por intereses personales tenemos a Pedro Sánchez que no solo ha sido capaz de bloquear el Estado español, y después de todas las derrotas que ha sufrido siendo el líder, y el ridículo hecho en el Congreso de los Diputados, prefiere salir a toda prisa con su coche y sus trajes por si a la mañana siguiente no le dejasen entrar en la sede de Ferraz, como sus palmeros han hecho con sus compañeros, no dejarlos pasar del hall.
Si todo este despropósito que ha hecho, aparte del bloqueo estatal, cargarse a su partido, hacer que las divisiones llegasen a tal punto, incluso plantarle cara a Felipe González, diciéndoles en respuestas a unas declaraciones del ex presidente, que él es el secretario general y las decisiones las toma él después de engañarlo diciéndole que en la segunda votación se abstendría, ¿es capaz de llamar mentiroso a González?
Y viendo este circo, ¿qué hubiese ocurrido de gobernar? El dueño y señor unido a todos los partidos radicales e independentistas, hubiese hecho en caso de tener la mayoría cambiar ciertos artículos de la Constitución para favorecer el independentismo, y poner a los ciudadanos en enfrentamientos para votar sí o no en un referéndum, si no los cambios no sirven.
Si al final, por los tiempos, se tiene que llegar a unas terceras elecciones, no es que el PSOE vuelva a perder votos, es que se puede quedar a la ‘altura del betún’, por el bien del país lo primero que tiene que hacer este enfermo es claudicar, abstenerse en la investidura, poder formar gobierno y luego ya se arreglaran, con sus congresos y sus comitivas, puesto que aún es secretario general del PSOE, a esto se le llama responsabilidad, aunque se le tenga que llevar atado con una cuerda como los toros para embolar a su escaño para no seguir con esta sin razón vergonzosa y ridícula.
Para que esto no vuelva a ocurrir, se debe conseguir que el partido más votado gobierne, que las dos fuerzas primera y segunda se tenga que decidir cuál de las dos gobierna tras una segunda vuelta, o en un caso como el que estamos viviendo, el gobierno en funciones sigue trabajando con un presidente que es el jefe del Estado en este caso el Rey Felipe VI, y los presupuestos si no se votan en la cámara, por real decreto y por segundo real decreto el del Rey se llevan a cabo los presupuestos para presentarlos en Bruselas, y mientras que se aclares los irresponsables.