Federico Arnau. Comerciante jubilado.
El PSOE está inmerso en una profunda crisis, con una gravedad máxima ya que no hay control y, sobre todo, porque impera la desobediencia y anarquía fomentada por los dos últimos secretarios generales, Zapatero y Sánchez.
Zapatero fue el primero en dar alas a los independentistas catalanes, al prometerles la aprobación del Estatut, y con las modificaciones interesadas camufladas en el federalismo tener la base jurídica para iniciar el camino sin grandes escollos hacia la independencia de un territorio que no pertenece ni es exclusivo de estos personajes interesados en tener las manos libres para robar más, ya que ese territorio pertenece al Patrimonio Nacional de España y por lo tanto a sus ciudadanos.
Con el discurso del Estatut se tiran flechas criminalizando al Gobierno de España en que no se habla y no se tiene en cuenta a Cataluña, cabreados por no haber conseguido llevar a cabo su estrategia al no seguir gobernando Zapatero, que hubiese vendió a los catalanes no independentistas como en las ultimas agonías del General Francisco Franco se vendió al pueblo Saharaui al Reino de Marruecos.
En esta línea, y con el nuevo secretario general Pedro Sánchez, se fomenta el federalismo, se flirtea y se intenta recoger apoyos para poder alcanzar la investidura, con propuestas que nadie sabemos se hicieron en esas reuniones ‘clandestinas’ para no hacer declaraciones.
No hace falta, todos sabemos, hasta los que tenemos escasa cultura, que en el momento adecuado permitiría el referéndum por el derecho a decidir, pero la Constitución Española y algunos pesos pesados o medio pesados no están por la labor de los separatismos y si por la unidad de los territorios con toda su pluralidad que cada uno de ellos tiene.
Con todo este proceso iniciado por Zapatero y aumentado por Sánchez, la división de los miembros del PSOE llega hasta el punto de llegar a insultos, incluso a las manos, en una asamblea donde la noche anterior su secretario salía con los trajes y sus pertenencias por si acaso no le dejaban entrar al día siguiente en la sede, igual que hicieron con otros miembros de su partido.
Este desorden termina con una gestora, para colocar el tren en su vía ya que el descarrilamiento ha sido tan fuerte, que es complicada la tarea, sobre todo cuando se coloca un vagón, y se te sale otro en el extremo.
Y este que se ha salido de la vía es Izeta, que ya no hay ninguna duda que es un independentista más dentro de las filas del PSOE catalán, porque este influye en el PSOE central, pero el central no manda nada en el catalán, de ahí que el tal Izeta, ante la rebeldía y anarquismo del gobierno catalán, en desacatar la sentencia del Tribunal Constitucional que anula la sentencia catalana de prohibir los toros en dicha comunidad cuya competencia es del Estado Español. Este que solo sirve para apoyas a los dictadores del Gobierno Catalán.
¿Qué ocurrirá al final con el PSOE? La gestora tiene mucho trabajo para que el partido vuelva a ser como anoche dijo en TV 13 Margallo, un partido de centro izquierda importante y potente que con el centro derecha tengan la unión de Estado y la capacidad se esté en el gobierno o en la oposición de trabajar para los ciudadanos y llevar a buen puerto todos los retos que se plantean a la Nación, que no son pocos, sabiendo que estos grupos se alternan en su responsabilidad como ocurre en todos los países importantes y democráticos.
Estas declaraciones no dicen que solo debe existir el bipartidismo, sino que es necesario que haya un centro izquierda fuerte y un centro derecha fuerte, que en el caso de pactar para formar gobierno se pueda llegar a acuerdos tanto con fuerzas de izquierda moderada como de derecha moderada, lo que no es posible es tener que llegar a tener conversaciones con fuerzas extremistas como Podemos o Independentistas incluso con nacionalistas chantajistas.
El PSOE tiene que reorganizarse muy bien con las ideas claras para comenzar una nueva etapa, etapa que debería empezar por dar la orden a todos los ayuntamientos u organismos que estén gobernando con el apoyo de Podemos, de romper esos pactos por dignidad personal, ya que bastante se ha humillado s su ex secretario Sánchez ante Iglesias para permitir ahora que se monten atentados contra la libertad, como el que le hicieron a Felipe González, o se incite a que en los centros de retención de inmigrantes se hagan altercados para poder tener una base que criticar propuesta por ellos mismos, así como anunciar movilizaciones en la calle, por la rabia de no poder formar gobierno con el PSOE.
¿Tienen los políticos del PSOE tan poca estima por sus compañeros, incluso por sí mismo? ¿Seguirán tragando y recibiendo como en Castilla la Mancha, o permitir amenazas de Iglesias en la anotación de los varones que apoyen la abstención?
En Castellón, Amparo Marco debería de ser la primera en romper el pacto del Grau con Castello en Moviment por dignidad, si es que la tiene, porque de lo contrario se pone a la misma altura que Podemos. Compromís debería de hacer lo mismo, y el PP y Ciudadanos no aprovecharse de esta ruptura y dejar gobernar al PSOE simplemente por apoyar, aunque ellos se lo buscasen, y dar una lección de cómo erradicar la violencia, el chantaje y la dictadura fascista de todos aquellos que apoyan a una organización desestabilizadora como es Podemos.
