Noticias Castellón
miércoles, 15 de enero de 2025 | Última actualización: 15:04

Embalses y presas

Tiempo de Lectura: 2 minutos, 42 segundos

Noticias Relacionadas

Guillermo Miró. Ingeniero Industrial.

Este fin de semana salimos con la bicicleta, y la ruta nos llevó al pantano de María Cristina, cercano a Sant Joan de Moró y L’Alcora. Debido a las últimas lluvias, el pantano estaba muy por encima de su capacidad habitual, por lo que las rutas habituales estaban debajo del agua, por lo que nos tocó aventuramos entre la espesura de aliagas para llegar al otro lado, con los consiguientes arañazos y heridas. Según la noticia que leímos recientemente en este periódico los embalses de la zona tienen suficiente agua para regar las próximas dos campañas, y esto es debido al uso de embalses y presas para mejorar la gestión del agua.

En España existen más de 1200 grandes presas cuyos embalses palían la irregularidad de nuestros ríos y nos permiten disponer de agua todo el año para abastecer nuestras ciudades, regar para asegurar las cosechas y producir electricidad. Algunos autores estiman que los embalses que crean las presas y la gestión eficiente del agua generan unos beneficios anuales totales del orden del 7 y 8% del PIB español.

La disponibilidad de agua ha sido desde épocas remotas uno de los condicionantes más fuertes para el establecimiento y posterior desarrollo de los asentamientos humanos. Ya los primeros homínidos elegían sus emplazamientos de caza y vivienda cercanos a ríos, como por ejemplo en el caso de la Valltorta en Tírig. Sin embargo, con la llegada de la agricultura fue necesario el desarrollo de sistemas de gestión del agua eficiente. Los romanos fueron grandes ingenieros hidráulicos creando, por ejemplo, acueductos como el de Segovia; pero aplicaron la tecnología principalmente a las ciudades, que eran el centro de toda la estructura política, social y económica del mundo antiguo. La agricultura, en cambio, no precisaba irrigación, por las variedades que se cultivaban. Pero la llegada de los árabes supuso la introducción de plantas que procedían de áreas tropicales por lo que fue precisa la irrigación. La generalización del regadío significó un cambio en el paisaje y en la gestión del agua, pues se convirtió en la parte fundamental del espacio agrícola, e incluso, en ciertos lugares en la única cultivada. El riego sirvió no sólo para el desarrollo de las plantas orientales sino que también se aplicó a los cultivos tradicionales, asegurando y mejorando así su rendimiento. Desde un principio las presas y azudes han sido actores principales en la Historia de España en lo que afecta a la supervivencia y la satisfacción de las necesidades de cada asentamiento y, en épocas más recientes, también lo ha sido en lo que afecta a sus procesos de planificación territorial.

Si bien el agua es abundante, es irregular en su presencia en el tiempo y en el espacio. Por ello, es necesario que tomemos conciencia de lo importante que es para la vida, y al mismo tiempo, lo sencillo que es obtenerla actualmente en nuestra sociedad y, por tanto, malgastarla a veces. Como siempre, comentarios abiertos para sugerencias, ideas… Hasta la semana que viene.