Javier Valls. Director de Formación y Empleo de la Cámara de Comercio de Castellón.
Este verano, el Ministerio de Empleo, amplió la edad de los jóvenes que se pueden beneficiar de las medidas de la Garantía Juvenil de los menores de 25 años, a los menores de 30 años. El argumento se basaba en que la Unión Europea había autorizado, ya hace algún tiempo, que en determinadas circunstancias los gobiernos pudieran incrementar esa horquilla de edad.
Según la última encuesta de población activa correspondiente al segundo trimestre de 2015 la tasa de paro entre los jóvenes en edades comprendidas entre 16 y 19 años se sitúa en un 69,36%, para los que se encuentran entre 20 y 24 años en un 45,20%, y cuando llegamos a los jóvenes entre 25 y 29 años descendemos a un 28,41%. Esta última nos puede parecer una cifra baja si la comparamos con la de los dos grupos de edades anteriores, pero significa que más de 1 joven de cada 4 que desea trabajar no puede.
Así que al menos hasta que la tasa de paro de los jóvenes comprendidos entre los 25 y los 29 años no descienda del 20%, éstos podrán acogerse a los beneficios de la Garantía Juvenil. Para ello, deben inscribirse en el sistema nacional de garantía juvenil a través de la página web del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Una vez validados, acceden a una batería de acciones como orientación laboral, formación, diseño de itinerarios personalizados de inserción, apoyo en la creación de empresas, facilidades para la movilidad, acompañamiento a empresas,…, que diversas entidades, como la propia de Cámara de Comercio, desarrollamos. A su vez, las empresas obtienen beneficios por la contratación de éstos jóvenes en forma de subvenciones y en descuentos en las cuotas a la seguridad social.
Estos dos últimos años, pero sobre todo a partir del 2015, está siendo el tiempo de invertir extraordinarios recursos para paliar el alarmante para juvenil. Otro aspecto es armonizar las diferentes acciones y optimizar todos esos recursos. Como también, sinceramente, la experiencia desde la Cámara de Comercio en este primer año de trabajar en el Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE) nos muestra que no es fácil conseguir el compromiso de una parte de estos jóvenes. Algo falla en esta sociedad y no solamente es la tasa de paro, pero esto también exige un análisis más profundo.
