Javier Valls Torlá. Director de Formación y Empleo Cámara de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Castellón.
Esta semana hemos leído en los medios de comunicación la puesta en marcha de diversos proyectos tendentes a favorecer la reincorporación laboral de los trabajadores desempleados, fomentar el emprendimiento y también a apoyar a las empresas en su consolidación y en la contratación de personas.
Unos parten de organismos autonómicos, otros de diputaciones, a los que añadimos los que cada ayuntamiento destina en función de sus competencias, recursos y preferencias. No podemos evitar estar a las puertas de unas elecciones para que los departamentos de marketing de los diferentes partidos aprovechen y pongan en marcha sus estrategias en el momento y de la forma que consideran más impactante, lanzando los mensajes de las acciones que según sus políticas van a mejorar la situación de nuestra sociedad.
A esas iniciativas que parten de gobiernos de diferentes instituciones, todavía tenemos que sumar las que desarrollan directamente entidades integradas en organismos supraautonómicos como las Cámaras de Comercio o Cruz Roja, entre otras.
Detrás de buena parte de estas inversiones, que si sumáramos nos daría vértigo conocer las cifras, están los Fondos Europeos. Esa Unión Europea tan denostada y amenazada en los últimos tiempos, pero que lleva un sinfín de años asignando presupuestos para que fuéramos capaces de crecer a un ritmo que nos permitiera entrar en el club de los estados mejor situados de esta Europa. Fondos, que sería iluso ignorar, no siempre han estado utilizados con la eficiencia y la efectividad que se debería. Por eso ahora, los controles son mucho más exhaustivos con el fin de evitar un mal uso de dichos fondos. Pagan justos por pecadores, pero parece que es necesario que así sea.
Más allá del inevitable juego político, lo cierto es que hay muchos recursos asignados, con propuestas muy pensadas para el territorio. Esperemos que la situación económica permita a las empresas ser optimistas en sus previsiones de crecimiento, que generen esa necesidad de incorporar personal y los esfuerzos en tantos recursos tengan recompensas a corto o, al menos, a medio plazo.