Jorge Fuentes. Embajador de España.
Todos sabemos que la gente no debe ser juzgada por su apariencia física, un pecado que en España cometemos con mucha frecuencia. "Ahí viene el gordo, o el cojo, o el calvo". En el caso de Errejón resulta casi inevitable reparar en su físico entre oriental, infantil, zangolotino y lo que los americanos llaman 'nerd' --tímido, solitario, empollón--.
Pues bien, después de haberse divorciado de Iglesias y emparejarse a escala regional con la exalcaldesa Carmena, ahora salta de nuevo al escenario nacional con un peculiar partido titulado Más país.
En principio la idea parecía buena para muchos excepto para Unidas Podemos, al que molesta tanto como al PP la aparición de Vox o incluso de Ciudadanos.
De hecho el estímulo a Errejón se lo proporcionó el propio Sánchez, por medio de los piropos que le lanzó en la entrevista de la Sexta, en la que el Presidente en funciones rezumaba rencor contra Iglesias que le había hecho tambalear la poltrona cuatro veces en otros tantos años.
Todo era dudoso ya que la fragmentación de la izquierda podría hacer tanto daño al PSOE como la de la derecha se lo hace al PP por aquello de la dispersión y consiguiente pérdida de votos y escaños. De ahí la insistencia de Casado por ir a una coalición -España suma- antes de las elecciones y no después de ellas en que los votos ya se habrían perdido.
Pero he ahí que Errejón está siendo mas astuto y nace con vocación de acólito de Sanchez, no presentando su candidatura más que en las autonomías y provincias grandes en que puede pescar suficiente número de votos que le proporcionen escaños y no en las pequeñas demarcaciones en que no haría más que perjudicar a las otras izquierdas --PSOE y UP-- sin ganar nada a cambio.
Con ello Errejón puede asegurarse un respetable grupo parlamentario --¿nueve escaños?-- y quién sabe si no entrar en el Ejecutivo a las ordenes de Sanchez a quien resulta mucho mas cómodo que Iglesias.
¡Qué gran lección para Rivera y Abascal!