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viernes, 22 de noviembre de 2024 | Última actualización: 22:28

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Jorge Fuentes. Embajador de Españ

No podremos quejarnos de inmovilismo en lo que respecta al Gobierno Sánchez; en menos de dos meses está volviendo a España del revés, como si de un calcetín se tratara. Cada uno de los 17 Ministros (cuatro más que el último Gobierno Popular, ¿Será por dinero?), ha llegado a su departamento con alguna originalidad que ofrecer.

Ya hemos apuntado algunas de ellas: el "refugees welcome", el cambio de política respecto a Cataluña, incluido el acercamiento de presos y la reapertura de las "embajadas"; la reposición de la Ley de Memoria Histórica, la exhumación de Franco, la creación de una comisión de la verdad sobre los crímenes del franquismo; la eutanasia; el intento de cesión de RTVE a Podemos; la lucha contra la educación concertada y contra las clases de religión; el cambio de tono respecto a ETA; la prohibición de circular a 17 millones de coches y camiones diesel; el crecimiento del déficit, el aumento de impuestos a empresas, bancos y por consiguiente a los particulares. No duden que la lista crecerá mañana y pasado.

Voy a extenderme en otro asunto al que el Gobierno y en especial la Vicepresidenta Calvo están prestando mucha atención: la exigencia del consentimiento expreso en las relaciones sexuales.

En mi profesión solía contarse la broma de cuál es la diferencia entre un diplomático y una dama. Cuando en sus gestiones profesionales un diplomático dice "Si", está queriendo decir "Puede ser", cuando dice "Puede ser" está implicando un "No" pero cuando dice "No" es que no es un diplomático.

A su vez, cuando una dama responde "No" a los avances de un galán, está queriendo decir "Quizás", cuando dice "quizás" está queriendo decir "Si", pero si dice "Sí"  no es una dama.

Hoy en día esta broma, aparte de considerarse políticamente incorrecta y machista, sería intrínsecamente imposible y falsa porque a partir del momento en que se reforme el Código Penal, si es que llega a reformarse, las relaciones hombre- mujer se van a volver muy complicadas.

Casi todos los galanteos y avances que hacíamos los jóvenes de mi generación y de todas las generaciones existentes, serian considerados hoy como abusivos y con un poco de mala intención por parte de las cortejadas podría acabar con el mozo entre rejas y teniendo que pagar una multa abultada.

Pienso que en nuestros días, los padres que tengan hijos adolescentes van a tener que emplearse a fondo para explicarles que deben tratar a las muchachas con sumo cuidado y distancia para evitar males mayores.

Fechorías como las cometidas por "La manada", versión tercermundista de los abusos de poder 'hollywoodienses', nos están llevando al "me too" y a esta guerra de sexos en mi opinión exagerada.

Es importante el respeto a la mujer, el respeto mutuo; deben condenarse y corregirse actitudes machistas. Las penas impuestas a pedofilos y violadores deben ser muy severas. Pero todo ello debe hacerse sin ignorar que la inmensa mayoría de los hombres -jóvenes y menos jóvenes- somos gente decente, respetuosa y educada respecto a la mujer ya sea nuestra esposa, nuestra pareja, amante, novia, enamorada, amiga o compañera.

No exageremos y no estropeemos los mejores años de nuestras vidas, la juventud, recubriéndola con exigencias legales que rompan toda espontaneidad. No hagan que los veteranos debamos revisar nuestros años mozos y sentir que actuamos de forma que hoy sería delictiva.