Noticias Castellón
domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 21:28

Tiempo muerto

Tiempo de Lectura: 3 minutos, 37 segundos

Noticias Relacionadas

Jorge Fuentes. Embajador de España.

Hace más de cien días que España se encuentra en compás de espera, en interinidad, en punto muerto. La ciudadanía no entiende muy bien lo que está ocurriendo, no sabe si estamos abocados a unas nuevas elecciones o si habrá un acuerdo in extremis que a juzgar por los indicios conduciría a un gobierno de izquierdas, ‘de progreso’, con la aquiescencia de los separatistas lo que acercaría al país hacia un peligrosísimo precipicio.

En este tiempo muerto vemos que las Instituciones del Estado se han quedado inertes. La Jefatura del Estado se ha limitado a aceptar que intentara formar gobierno el candidato que pretenciosamente le aseguró que sería capaz de conformar una mayoría suficiente cosa que por el momento no ha logrado. El error del PP como partido más votado, de no haber dado un paso al frente e intentar formar gobierno, parece cada día más evidente. Desde aquel momento lo único que puede esperar es que la izquierda fracase y que vuelva a tener una oportunidad ya sea antes o después de las elecciones.

Aparte de ello el Rey -aconsejado por el Gobierno- ha suspendido su actividad exterior cancelando importantes visitas de Estado al Reino Unido y a Japón, con lo que la presencia internacional de España ha desaparecido casi por completo, excepción hecha de su abundante aparición en los papeles de Panamá en que se ven envueltos desde infantas y comisarios europeos hasta laureados deportistas y cineastas.

El gobierno en funciones considera que en esas condiciones de interinidad no debe rendir cuentas al Parlamento ni reunirse regularmente con el Rey ni siquiera cuando se producen sucesos de tal gravedad como los atentados yihadistas en Bruselas.

La actividad judicial está también bajo mínimos con lo que los tres poderes clásicos han entrado en un estado de sopor que está adormeciendo también al país entero con las lógicas consecuencias que ello tendrá y es que en caso de repetirse las elecciones todo indica que el nivel de participación decrecería en un porcentaje significativo pasando del 70 al 60% o menos.

¿A quién beneficiaría ello? ¡Vaya usted a saber! Las encuestas de estos días dicen que al PP y a Ciudadanos. Lo cierto es que las encuestas, organizadas por los periódicos parecen responder a sus tendencias políticas y están cocinadas partiendo de unos titulares y editoriales previos y no adelantándose a ellos.

Pues bien, en esa España adormilada el único que mueve el rabo -con la colaboración de P,s y de C,s- es quien más tranquilo debería estar vistos los pésimos resultados obtenidos el 20-D, Pedro Sánchez, que va de post moderno por las calles de España vendiendo sus sonrisas al mejor postor, sin importarle más que alcanzar la poltrona, para mantenerse políticamente vivo y traer de nuevo al PSOE a la Moncloa, a pesar de que sus desaguisados al país cuatro años después de los mandatos de ZP, aún no han podido remediarse. El encuentro a tres recién concluido, como era de prever, sin progreso, al anochecer del jueves 7, preludia un poco más que ensanchar el acuerdo PSOE-Ciudadanos con la suma de Podemos, va a ser imposible y que las elecciones de Junio son cada vez más inevitables. Aunque es evidente que el PSOE, por la cuenta que le trae, seguirá esforzándose hasta el último minuto.

Insisto en que no sería lo peor que el PSOE volviera al poder. A fin de cuentas desde que se implantó la democracia en 1978 casi dos tercios del tiempo ha sido conducido por el partido socialista sin más consecuencias que las ya conocidas y al país no le ha ido tan mal. Lo grave ahora sería la compañía que Sánchez traería consigo que no solo podría romper la unidad de España sino que provocaría un cataclismo económico y social sin precedentes. Y es que presidir un gobierno con 90 escaños es algo que va contra la lógica de las cosas ¡Despertemos de una vez de esta pesadilla!