Jorge Fuentes. Embajador de España.
En el reparto prorrateado de prestigio regional en nuestro país, la Comunidad Valenciana sale malparada, en especial en lo referente a la corrupción. Cada vez que este tema es tratado, se tiende a poner en pie de igualdad la que abunda en Cataluña y Andalucía, que debe contarse en miles de millones, la de Madrid, calculable en cientos de millones y los trajes de Camps.
Durante los primeros decenios de la democracia, por darse a Valencia por ‘segura’ y ‘poco reguñona’, se la ninguneo de forma inmisericorde, tanto por los gobiernos populares como por los socialistas, en el reparto del gran pastel nacional, del que los más díscolos -en especial Cataluña- se llevaban una suculenta porción.
Me vienen estas reflexiones a la mente cuando leo el libro que el diario Las Provincias acaba de presentar para celebrar el 150 aniversario de su fundación. Su título habla por sí solo: ‘La huella de 150 valencianos’.
Por sus páginas espléndidamente ilustradas con retratos del dibujante Luis Lonjedo, desfilan políticos como Abril Martorell, Villar Palasí, Broseta, Rita Barbera, Zaplana, Tomás y Valiente; empresarios como Segarra, Boluda, Juan Roig, Lladro, Villalonga, Colonques; religiosos como Tarancon y Vicente Ferrer; arquitectos como Calatrava, Francisco Mora y Goerlich; cientificos como López Ibor, Gómez Ferrer, Grisolía.
Abundan también escritores de la talla de Azorín, Gabriel Miró, Miguel Hernández, Blasco Ibáñez, Arniches, Posteguillo, Vicent, Vizcaino Casas; cineastas como Berlanga, Escrivá, Vicente Parra, Amparo Ribelles, Ismael Merlo, Antonio Ferrandis; pintores como Sorolla, Genovés, Valdes, Michavila; escultores como Benlliure; músicos como Tárrega, Rodrigo, Asensio, Lucrecia Bori, Iturbi; cantantes como Nino Bravo, Francisco, Bruno Lomas, Camilo Sesto, Raimón; dibujantes como Mariscal, Ambros (El capitan Trueno), Sanchis (Pumby).
Y también deportistas como Puchades, Ferrero, Sergio García, Ferrer, Tormo; sin olvidar a toreros, falleros, diseñadores y un largo etcétera que nos hace preguntarnos si las otras regiones de España aportaron tanto talento al acervo cultural de España, como lo hizo la nuestra.
Me disculpo por haber incluido tan larga lista de nombres egregios. Notarán ustedes que sin embargo no he citado ni un tercio de los que figuran en el libro (que a su vez solo recoge personalidades del siglo XX) cuya lectura les recomiendo vivamente aunque no lo encontraran fácilmente en librerías.
Pero aun cuando son todos los que están, no están todos los que son. Me atrevo a sugerir algunos nombres por si Las Provincias se propone seguir inmortalizando a nuestras glorias. Entre ellas están sin duda empresarios como Luis Batalla; escritores como Sanchis Sinisterra; religiosos como Joaquín Vilallonga; ingenieros como Enrique Tichell, pintores como Ripollés, Ribera Berenguer, García Carrilero, Antonio Marco, Vicente Traver; dibujantes como El Marqués de Serafín, Vaño (Roberto Alcazar), Gago (El guerrero del Antifaz), Paco Roca (Arrugas, La casa) y también una larguísima lista de valencianos de a pie, los Juan Nadie, que con su esfuerzo tranquilo han llevado a Valencia y a España hasta el nivel en que hoy se encuentran.
