Jorge Fuentes. Embajador de España.
Hasta no hace mucho, el verano era tiempo de descanso para todo el mundo, incluso para los medios informativos que, carentes de noticias de más enjundia tenían que recurrir a historias más o menos fantasiosas de entre las que destacaba el Monstruo del lago Ness y el yeti de las montañas del Tíbet. Aquellos relatos venían a simplificarse con el rótulo de "Serpientes de verano" y si no recuerdo mal ya les hable de ellas en otra ocasión.
En los últimos tiempos la vida política está cobrando un tal ritmo que no hay espacio para fantasías ni en Julio ni en Agosto. Puede haber noticias de mayor o de menor entidad pero por ahora no se ha tenido que echar mano aun a serpientes o a monstruos. Lo más parecido a estas ligerezas es el recurso constante al clima -horas de información diaria sobre el calor y el frío- y la fuga rocambolesca del narcotraficante mejicano.
Aparte de la saga griega que, sin duda, seguirá coleando durante el resto del año, tenemos en portada asuntos tan importantes como el acuerdo nuclear recién firmado entre los Estados Unidos e Irán que reincorporará a este último país a la escena política mundial después de años de ostracismo, confiando lo haga del buen bando y ayude -pese a la desconfianza de Israel- a la lucha contra el yihadismo.
Parece ser que Obama quiere hacer méritos para ganarse, aunque sea a posteriori, el Nobel de La Paz y salir de la Casa Blanca habiendo encarrilado adecuadamente dos de sus problemas más vistosos: Cuba e Irán.
Mucho se ha hablado también, pienso que innecesariamente, de la derrota del Ministro de Guindos, al puesto de Presidente del Eurogrupo. Es cierto que España está infrarepresentada pero haber apuntado a un puesto que estaba cubierto por Holanda y cuyo titular tenía la intención de continuar en el durante la segunda parte de su mandato de cinco años, fue una ingenuidad. Por añadidura, haber hecho salir a Jeroen Dijsselbloem del puesto habría tenido la fácil lectura que la dura política del Eurogrupo en la gestión de la crisis griega había sido incorrecta como lo fue la de Varoufakis.
Pero por encima de estas noticias, lo que en España importa y arrasa es lo que podemos denominar "Serie electoral" (elecciones europeas, andaluzas, autonómicas, municipales, catalanas y el boletón final previsto para fin de año de las generales). El anecdotario de las propuestas avanzadas por los nuevos alcaldes y concejales así como las consiguientes rectificaciones no tienen desperdicio: tasas turísticas, veto a la construcción de nuevos hoteles, impuestos a cajeros automáticos y, especialmente, revisión ideológica de los nombres de las calles con el cambio de cientos de ellas en distintas ciudades del país. Da la impresión de que no estamos de acuerdo con nuestro legado histórico y que ello nos fuerza a estar modificándolo constantemente.
Visto lo visto me parece más ilusionante y esperanzador ver el proceso de renovación que está preparando el PP antes y después de la conferencia política celebrada el pasado fin de semana. Vistos los pactos celebrados por el PSOE a escala autonómica y municipal y las ocurrencias del candidato Sánchez no tengo gran duda que la mejor vía para conseguir recuperar nuestro país y mantenerlo estable en Europa es dar una segunda oportunidad a Rajoy, del mismo modo que la tuvieron todos los Presidentes anteriores (excepto Calvo Sotelo que fue un gran Presidente de transición) ¡Incluso la tuvo ZP!