José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
Si ponemos esta acepción en el buscador por excelencia de internet, la primera denominación a la que responde es la de una población de la provincia de Granada, hermosa toda ella y que además cuenta con balneario. Al final de la primera página vemos varias acepciones más, entre ellas la de río, y nos dice que se trata del afluente más caudaloso en la margen izquierda del rio Guadiana, con más de doscientos treinta kilómetros y que discurre por las provincias de Córdoba, Granada entre otras.
Tenemos que forzar mucho la búsqueda para obtener la siguiente acepción: "herramienta informática instalada tanto en el modo tradicional como en la intranet, que permite el tratamiento de datos existentes en las bases de datos para la selección de contribuyentes”. Es la AEAT quien en su glosario de términos la incorpora.
En la actualidad y tras algunos años de perfeccionamiento este motor de búsqueda con aportaciones tanto en vertical como en horizontal de datos y filtros de los contribuyentes, se ha convertido en el instrumento por excelencia que usa Hacienda para casi todo, desde la selección de contribuyentes a los que hay que inspeccionar en función de los planes de inspección establecidos a posibles afloraciones de rentas ocultas. Funciona increíblemente bien y con una rapidez pasmosa. De ahí algunas de las afirmaciones del señor Montoro cuando manifiesta la cantidad de datos que tienen de los contribuyentes.
Para hacernos una idea de lo que este motor puede hacer en segundos, sirva como ejemplo que puede llegar a filtrar datos de edad, sexo, ingresos por tipos y procedencia, hijos, número de viviendas, etc, así como cotejarlo con los daos que facilitan externos como consumos de luz, gas natural, móviles, etc.
Dicho lo anterior de nada ha de sorprendernos que hayan 705 investigados por blanqueo de capitales de los casi 30.000 contribuyentes que se acogieron a la regularización especial del año 2012, que no amnistía, ya que el único parapeto para no ser investigados quienes regularizaron rentas ocultas en el extranjero, fue que el origen de ese dinero que ahora aflorara no se hubiera generado por actividades ilícitas, es decir comisiones ilegales, blanqueo de capitales de tráfico de drogas, de personas, de armas, etc.
Eso no lo cumplió el señor Rato, ni parece que los otros 704, a los que solo hubo que ponerles como filtro, la actividad a la que se dedican los declarantes, para los que por cierto fue un chollo, ya que solo pagaron el 10%, muchísimo menos que al declararlos en el año siguiente.
Que nadie crea que Hacienda "perdona", no tiene porqué, pues además de ese Gran Hermano real que lo es, con los medios informáticos actuales solo han tenido que hacer unos pocos filtros y coordinar las declaraciones de los años no prescritos y la posterior del año 2013. Durante unos cuantos años sus rentas y movimientos económicos no duden que serán seguidos y comprobados de un modo directo y no aleatorio como al resto de mortales.
Hacienda admite un pequeño peaje, para obtener información, pero no olvida nunca.