José Antonio Rodríguez. Asesor Fiscal.
El estío no invita a reflexiones profundas ya que el calor, las vacaciones y las ganas, cuando no la necesidad, de muchos de nosotros de desconectar de lo cotidiano nos impelen a ello; quizá por eso me van a perdonar Uds. que aproveche este puente de la Virgen de Agosto para reflexionar sobre qué piensan los catalanes de a pié sobre el proceso independentista que sus líderes, mayoritariamente los de CDC y ERC están abanderando.
La información obtenida es amplía, poco manida, raramente tratada por sesudos contertulios de uno u otro bando de radio o televisión y ante todo fresca, casi límpida.
Sorprende enormemente comprobar que la palabra que más suena, la que más se utiliza, es ‘ilusión’. Éxito de los medios de comunicación ‘del régimen’, pues ilusionar a todo un ‘país’ no es fácil y en los últimos días menos, con casos que explotan en las manos como el del ex Molt Honorable Pujol.
Resulta igualmente sorprendente como por una parte se quiere colaborar y participar en este proyecto, pero a la vez se manifiesta igualmente que las incertidumbres que como consecuencia de una independencia podrían surgir son incalculables, o al menos no se han cuantificado.
La creencia de que no se situarán fuera de la Comunidad Europea ha sido muy bien vendida y generalizada. Parece que las advertencias desde Europa como la de la señora Merkel o la misma legislación de la UE que obliga a que la aceptación de un nuevo miembro lo ha de ser por unanimidad preocupe poco.
Ante preguntas de cómo van a poder pagar o negociar la deuda que les corresponde como parte del Estado Español, además de la propia absorbida desde Madrid. Recordemos que los mercados no querían deuda catalana y prueba de ello son el altísimo precio que tuvo que pagar Catalunya por los últimos ‘bonos patrióticos’.
Los números y las personas son lo más fácil de manipular y no se bien si por este orden, de ahí que con mucha alegría se crea que bueno, pasaremos unos años malos, pero luego será mucho mejor porque la riqueza y los tributos serán desde y para los catalanes.
No obstante lo anterior no debemos olvidar el amplio abanico de pareceres y sentires que hay en las ciudades, puebles e incluso familias al respecto. Es habitual que en una familia de cuatro miembros adultos hayan al menos tres pareceres al respecto, de lo que se deduce respeto, libertad de pensamiento y criterio.
Se asume mayoritariamente que la consulta es una trampa, y muchos también piensan que el proyecto no está ni definido ni delimitado,sin hoja de ruta pues casi todos los temas importantes tienen como respuesta una nebulosa de interrogantes.
Ahora bien, lo que además de la ilusión comparten unánimemente es que el Mas, Molt Honorable President de la Generalitat de Catalunya se ha metido en un jardín y/o berenjenal del que no sabe cómo salir y que habrá consulta o no, habrá proceso independentista o no, habrá nuevo país o no, pero lo que jamás ocurrirá en este proceso será el uso de la violencia, los fusiles o cañones, lo cual les honra y dice de un pueblo.