Juan Giner. Militar en la Reserva e Investigador Histórico.
La última aportación de la mamandurria patria (en tiempos se escondía entre peñas y riscos hoy en día con aires también de serranía) se esconde entre almohadas los billetes de 500 euros donde la Guardia Civil con canes detectores de billetes, Ejército de Tierra y geolocalizadores se ven impotentes para localizar el tesoro del conseguidor, y es que siendo inconmensurable el tufillo que desprende ese intrincado (viene de trinque) subsuelo de corrupción la ‘erempresa’ será larga y difícil.
Durante la historia del bandolerismo, brigantes, salteadores, proscritos y un largo etcétera no actuaban en solitario sino en cuadrillas (cuán lejos queda el ‘bandolerismo social’ de robar al rico para dárselo al pobre) como bien queda atestiguado hoy en día aunque la cuadrilla haga ‘mutis por el foro’ en los diferentes casos que atañen a la corruptela nacional.
Andamos entre tanto perdidos en el abecedario entre X e Yes, que es la sabia manera de despistar al personal, asignando consonantes minúsculas como carnaza de diatriba y discusión al ciudadano de a pie que al fin y a la postre observa con sorna en prensa y televisión al conseguidor con chupa de entierro, camisa de andamio y colilla de Celtas cortos como principal autor del trinque andaluz y al otro, el del pelo engominado, traje de Armani y taxi en la puerta, al del trinque sibilino . Y es que entre Pernales anda el juego esperando que la Santa Hermandad nos proteja.