Juan Teodoro Vidal. Químico. Director del Museo de la Casa de la Moneda.
Ha habido dos grandes hitos en el desarrollo de medios para difusión de la información, que han supuesto saltos cualitativos en el proceso de conexión de la gente, que nunca ha tenido la calidad y eficacia de ahora:
La imprenta de tipos móviles de plomo, introducida por Gutemberg en 1450, quien perfeccionó la anterior xilografía o grabado en relieve sobre madera. Los libros ya no había que copiarlos a mano. Incluso los tipos móviles podían producirse en serie, con lo que no era preciso tener buena caligrafía para escribir como los copistas. Con una misma página compuesta se podían imprimir muchos ejemplares, multiplicando la difusión con menos esfuerzo. Para todo un país. En poco tiempo se difundió por toda Alemania y luego por Europa y el resto del mundo. Los libros son escritos por el autor y leídos por los lectores. Al principio disfrutados por unos privilegiados. Son comunicación en un solo sentido. Ha habido muchas quemas de libros, única forma de evitar que se leyeran.
- Internet, una red descentralizada, obra colectiva, inspirada en los trabajos del Massachusetts Institute of Technology (MIT), iniciada en 1969 por la Advanced Research Projects Agency (ARPA) sobre la red telefónica. Se hizo más útil gracias al 'servicio' World Wide Web (WWW) y el lenguaje para creación de documentos con hipervínculos, HiperText Markup Language (HTML), tan reciente como 1990, obra del Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire (CERN). Los usuarios pueden enlazar documentos mediante hipertexto, haciendo que la información esté relacionada y al alcance de cualquiera. En todo el mundo. Su uso se ha extendido muy rápidamente y la red es disfrutada cada vez por más gente en una progresión geométrica. Es más difícil evitar que algo que se ha publicado sea difundido, aunque también se puede controlar, sobre todo si son pocos los que publican.
Las redes sociales, basadas en Internet, son empleadas por la gente para informarse. Las páginas más primitivas funcionan como un flujo en sentido de arriba abajo, del servidor al cliente. Sólo puede publicar en ellas el administrador del sitio. Yo tuve una página estática en la que tenía que escribir los contenidos en HTML. Muy aburrida.
Un avance importante es cuando los clientes pueden comentar la información servida, como ocurre con los periódicos digitales actuales y los blogs, o más extensamente en los foros. En estos últimos aunque haya una regulación de uso por parte del administrador, todos pueden ofrecer información y crear nuevos temas o topics. Hoy cualquiera puede crear un blog o un foro gratuitos. Difícil de controlar por el poder. Aunque hay leyes.
En redes como Facebook o Twitter, el suministrador de la información es el usuario que abre un perfil en la red. La información ya no es dirigida ni administrada. Tú, el usuario, eres el protagonista y quien decide lo que se publica. Si eres testigo de algo que no te gusta lo puedes decir a todo el mundo, bajo tu responsabilidad. Twitter es muy dinámico y fluido, como un foro abierto, donde solo consigues más impacto si te lo trabajas y tienes followers o seguidores. Eso es justo. Bastante más que las listas cerradas. En ella el poder político no tiene un control directo: sólo lees lo que dicen tus contactos, no la proclama del partido. Sólo te leen tus seguidores. Puedes incluso hacer una manifestación virtual, creando un tema o #hashtag, sin soportar el calor horroroso de este momento. También sirve para hacer amigos y no sentirse solo. Porque siempre hay algún comentario a lo que publicas.
Creo que Internet es la mayor revolución tecnológica ocurrida a la Humanidad porque sirve para mantener el flujo de información, que es lo más valioso que puede dar y recibir el ser humano, producto de su actividad. Y creo que es así porque es capaz de conectar los cerebros de la gente en todo el mundo, como nunca antes, eludiendo el control político, creando una conciencia global, por mucho que nos espíen. Pues podrán saber qué digo, pero mientras sea legal y legítimo no podrán evitar que lo diga. Es la oportunidad para que el pueblo tenga voz de forma pacífica y a escala global. Y está ocurriendo muy deprisa. En nuestra generación.