Luis Andrés Cisneros.
Se define a un Paraíso Fiscal (en inglés Tax Haven, refugio fiscal) al territorio o Estado que se caracteriza por aplicar un régimen tributario, especialmente favorable, a los ciudadanos y/o empresas no residentes, y que se domicilien a efectos legales en él mismo. Normalmente dichas ventajas consisten en una exención total o bien una reducción significativa en el pago de los principales impuestos, así como el secreto bancario.
Para luchar contra ese fenómeno, la formación Castellón en Movimiento, presentó, y se aprobó, una iniciativa para convertir a nuestra ciudad en el primer municipio valenciano “libre de paraísos fiscales”. Muy loable pretensión, ahora bien, si ni los países controlan efectivamente estas transacciones dinerarias, ¿cómo lo va a conseguir el señor del Señor?
No hay problema. Según se desprende de sus profundos análisis, las empresas que opten a contratos municipales deberán detallar sus actividades en los territorios denominado paraísos fiscales.
Pero no especifican qué documento les va a servir de guía para determinar cuáles son dichos paraísos y, por otra parte, puede darse el caso de que una empresa de Castellón mantenga relaciones comerciales, completamente legales, con alguno de esos territorios. Imaginemos que una empresa azulejera exporta material a Gibraltar. ¿De entrada, esta venta se puede considerar negativa y suponerle una resta de puntos?
Quisiera que el señor del Señor me explicara cómo y de qué manera, va a calibrar y medir cuáles son las medidas a adoptar para discernir entre las relaciones legales o evasoras de las distintas empresas.
Cabe pensar que, si alguien está haciendo una evasión ilegal o un blanqueo de dinero, no va a ser tan tonta como para detallarlo en el documento que tenga que presentar ante la Corporación Municipal.
Por otra parte, falta especificar cuantos puntos y por qué hechos se les va a penalizar. Porque, de momento, lo único que han dejado claro es que “se les restarán puntos en caso de estar presentes en algún paraíso fiscal”.
Que yo sepa, tener algún tipo de presencia o relación comercial con alguno de esos países no debe ni puede, en aplicación de justicia lógica, ‘per se’ ser constitutiva de merecer penalización de ningún tipo.
Si mañana, por poner un ejemplo, Porcelanosa abre una tienda en Luxemburgo, ¿ya nunca podrá presentarse para optar a un contrato municipal? ¿Ni aun cuando cumpliera religiosamente con las normativas y las leyes vigentes?
Acciones como esta no son más que un acto de cara a la galería. No se habían dado cuenta, hasta que han salido a la luz los denominados ‘papeles de Panamá’, que existían los paraísos fiscales. Nuevamente los oportunistas de CSeM, copan titulares, portadas y venden ante el electorado, y más ahora en vísperas de unas elecciones, que siguen ‘trabajando’ por la ciudadanía, cosa que los otros no hacen.
Eso sí, menos afrontar el trabajo y desgaste que supone estar en el gobierno municipal, cualquier cosa. Proponen cosas que, en apariencia, son muy vistosas y permiten titulares llamativos, pero efectivas nada de nada. Es su forma de hacer política, o mejor, es su forma de no hacerla.
Ellos si están en un ‘paraíso político’. Figurar mucho y no arriesgar nada. Un claro ejemplo de picaresca.
