Marisol Linares. Ex diputada PP.
Más de 9 millones de españoles siguieron el lunes el cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Un debate que nos dejó pegados a la pantalla ante el espectáculo al que asistimos. Primero porque el moderador, como muchos han dicho en las redes sociales, era un convidado de piedra que no supo llevar la contienda a las normas mínimas de cortesía y no supo conducir el contenido como requiere este tipo de debates televisivos.
El señor Sánchez que aspira a gobernarnos destiló mala educación y falta de respeto hacia su contrincante político. Un hecho inusual en la contienda política, queriendo noquear a un presidente de gobierno al que a duras penas le dejaba intervenir. El nerviosismo y la agresividad del socialista le hizo transmitir una imagen de poca confianza a los ciudadanos.
Los que hemos vivido la política en primera línea, vimos a un aspirante a presidente que lanzaba multitud de datos que no se ajustaban a la realidad, se le olvida al PSOE la España que nos dejó , el déficit, el número de parados, la quiebra del sistema financiero, una ley de la dependencia sin presupuesto, una ley de violencia de género que en esta Comunidad fue votada en contra, y así podría enumerar multitud de hechos costatables que desconocen los ciudadanos y que podrían leer en los diarios de sesiones de las Cortes.
Pero la campaña que esta semana finaliza nos ha dejado grandes acontecimientos que hacen que estas elecciones, una de las más reñidas de nuestra democracia, nos hayan hecho estar pendientes del televisor expectantes ante las noticias que se sucedían de forma continuada sin que nos dé tiempo a analizar que está pasando.
Lo más grave fueron los actos terroristas de Paris que nos produjeron una terrible conmoción por los hechos y las muertes de seres humanos. Pero me gustaría resaltar la actitud que adoptaron los franceses entorno a su bandera, a su patria, a sus valores y a su gobierno, y que a muchos nos hicieron revivir hechos similares en España cuando se produjo la matanza de Atocha.
Se acusó a Mariano Rajoy durante unos días de indefinición y de esconderse detrás de las instituciones por no tomar la decisión de ir a la guerra y unirse a Francia. Me pregunto si hubiera sido diferente la reacción del PSOE si en Francia en vez de gobernar los socialistas hubiera gobernado los conservadores, una vez más, la vara de medir está en función de intereses electorales por parte del partido de la oposición
Volviendo a la campaña… Durante los días siguientes la atención seguía pendiente de la pequeña pantalla pues empezaba la campaña electoral y empezaban los debates en distintas cadenas con grandes despliegues mediáticos y sondeos, y como es lógico cada cual arrimaba el ascua a su sardina.
Ha sido una campaña intensa con mucho marketing político. Pero creo, sinceramente, que los españoles tienen suficiente madurez política para analizar quien es la persona y el partido que mejor responde a sus intereses y a lo que necesita el país.
El domingo sabremos cual ha sido la opción de los españoles y estoy segura que el voto meditado, el voto racional, el voto de futuro y de la estabilidad para España pasa por votar y apoyar al Partido Popular.