Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.
Como decía Charles de Montesquieu, “el amor a la democracia es el de la igualdad” y yo añado, “no hay igualdad si no hay equidad en el ámbito laboral entre hombres y mujeres”. No se entiende como un país democrático como es el nuestro siga figurando entre los países de la Unión Europea con mayor desigualdad por género, en especial en empleo, salarios y pensiones.
Aunque esta situación ha mejorado y hemos avanzado en el camino, gracias al activismo incansable de muchas mujeres y muchos colectivos, aún hay mucho trabajo por hacer para conseguir equidad laboral entre hombres y mujeres. Nos podemos preguntar por qué sigue existiendo esta brecha salarial en función del género.
Yo opino que uno de los principales problemas es que las políticas desarrolladas para garantizar la conciliación de la vida laboral y familiar son insuficientes y siguen siendo las mujeres las que llevan el peso de las tareas domésticas. Siguen siendo grandes acróbatas en el ámbito laboral y familiar, por falta de políticas que neutralicen esta situación.
Los datos publicados por diferentes instituciones esta semana revelan que la mujer sigue sufriendo mayor precariedad laboral que el hombre debido a una mayor contratación temporal y un menor salario por las mismas tareas. La realidad es contradictoria porque si nos vamos a los indicadores académicos, encontramos que los mejores expedientes son de mujeres y hay mayor número de graduadas.
Con estos datos, no entiendo cómo la sociedad permite que estemos desperdiciando tanto talento. Pero el problema no radica en que se conozca o desconozca que tenemos grandes mujeres profesionales que podrían optar a mejores puestos y de responsabilidad, sino en un problema de corresponsabilidad.
Tener una visión matriarcal, que la mujer es la única responsable de las tareas del hogar y de la crianza de los hijos, nos aboca a un pensamiento “machista” y no contribuye a que avancemos como la sociedad democrática que somos.
Si queremos apostar por una igualdad efectiva hay que apostar por políticas que garanticen la corresponsabilidad, como por ejemplo, ampliar el permiso de paternidad tal y como ha defendido Ciudadanos. Estas políticas facilitarían que las mujeres no interrumpieran su carrera profesional para la crianza de sus hijos y que esta fuera compartida por ambos. Es más, contribuiría a que cuando una mujer vaya a una entrevista de trabajo no se le preguntara si es madre o si quiere serlo.
Por otro lado, políticas que garanticen mismo salario/mismo puesto, ya que actualmente nos encontramos que las valencianas tienen que trabajar 124 días al año más para alcanzar el mismo salario que sus compañeros. Finalmente, implantar políticas educativas que trabajen la coeducación desde edades tempranas para construir una sociedad más tolerante y erradicar conductas machistas. Si se desarrollan políticas en esta vía, podremos aplicar sanciones a todas las acciones que conlleven a una discriminación por ser mujer y, entonces, podremos decir que estamos en igualdad de condiciones. Mientras tanto hay mucho trabajo por hacer.