Mercedes Ventura. Diputada autonómica de Ciudadanos por Castellón.
“La lengua no es una arma política”. Gran frase que he escuchado en múltiples ocasiones durante 11 meses en el mundo de la política y no podía estar más de acuerdo. La lengua es un sistema de signos escritos y orales que son utilizados por la ciudadanía para comunicarse.
Se trata de un facilitador que nos ayuda en nuestra interacción con otras personas con la finalidad de transmitirles nuestros conocimientos, pensamientos y sentimientos. No hace falta, reparar en más definiciones del concepto ‘lengua’ para poder ver que no tiene color político, solo es una herramienta vital para nuestra autorrealización personal y profesional.
Olvidemos las viejas historias, que nos separaron entre rojos y azules, las viejas historias de la dictadura donde se imponían o prohibían unas lenguas frente a otras. No copiemos modelos de otras comunidades autónomas que han generado tanto ruido sin ningún beneficio al ciudadano. Por favor, desaprendamos de las viejas historias que nos han abocado al malestar social. Avancemos hacia una participación democrática y no pongamos imposiciones lingüísticas que son inconstitucionales.
Les desvelo lo que pienso al escribir las anteriores líneas: hago referencia a la imposición como requisito del valenciano para trabajar como maestro y maestra en nuestra comunidad. Yo le pregunto al Gobierno, ¿cree que debe ser un requisito tener el título de valenciano? ¿No cree que debería ser un mérito para no restringir la movilidad a grandes profesionales? ¿Por qué solo a este colectivo? ¿Cree que son medidas equitativas para el personal interino o funcionario de nuestra Administración? A todas estas preguntas no voy a dar respuesta porque entiendo que es el Gobierno el que tienen que responder a nuestros ciudadanos.
Por otro lado, con el sistema educativo hemos topado, y otra vez la lengua como herramienta de adoctrinamiento. Señorías, ustedes quieren un modelo educativo plurilingüe pero no son consecuentes con lo que predican. Si deseamos que nuestros jóvenes puedan competir en igualdad de oportunidades con los jóvenes europeos, el sistema educativo debería ofrecerle las herramientas que necesitan y entre ellas está un modelo educativo plurilingüe para que el alumnado sea competente en el uso de las lenguas oficiales y una extranjera (como mínimo).
El pasado mes la prensa ya nos sacó los colores indicando que la Comunidad Valenciana estaba en penúltimo lugar en el nivel de conocimiento del inglés (ranking en España EF EPI 2015) y nos recomendaban que debería ser integrado en el sistema educativo en edades tempranas. Pero parece que no les preocupa porque su interés es la inmersión lingüística. Creo que es una medida equivocada porque si hacemos caso al VI Informe sobre Empleabilidad e Idiomas de Adecco, nos indica que dominar distintos idiomas al finalizar la etapa escolar es una oportunidad laboral. Es más, nos informan que el inglés es la lengua extranjera más solicitada, ya que 9 de cada 10 ofertas exigen su conocimiento.
¿Por qué no ofrecemos un real modelo plurilingüe? Si es así, C’s estará de su lado. Deseamos que los ciudadanos hablen valenciano porque es su lengua autóctona, hablen español porque es la lengua de su país y hable inglés (como mínimo) porque es la lengua que les ofrecerá ser competitivos en un mercado globalizado. Pido que el tripartito no siga poniendo piedras en el camino en el proceso enseñanza-aprendizaje, como lo hicieron el 10 de febrero de 2016 cuando rechazaron la creación de una comisión especial para debatir sobre un pacto autonómico en la educación para analizar, desarrollar y promocionar el plurilingüismo en los centros escolares públicos de la Comunidad Valenciana.