Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
Este año se celebra la 21 edición del festival Rototom Sunsplash en Benicàssim. Y los benicenses pueden, podemos estar tremendamente orgullosos de que este festival de música reggae se celebre desde hace cinco años, desde el 2010, en nuestra localidad. Y lo podemos estar porque, con independencia de los gustos musicales de cada cual, el Rototom traslada y proporciona una imagen de apuesta sincera por la tolerancia, el multiculturalismo, el respeto a los demás y la modernidad. España, Benicàssim, deja atrás por unos días esa imagen de “marca España” de país con una casta política tremendamente corrupta, con banqueros impunes y con una brutal crisis económica, y se convierte en algo distinto. Y ese algo distinto, esa imagen distinta, se traslada a Europa. De hecho, visto desde nuestra perspectiva, ha sido una tremenda suerte que el acoso de Berlusconi obligará a trasladar el festival de Italia a Benicàssim.
El Rototom es mucho más que un evento musical dedicado principalmente al reggae y al ska. Es y ha logrado convertirse en un evento multicultural, y en muchas ocasiones también familiar, donde hay debates, exposiciones culturales, actividades dedicadas a los más pequeños, cursos de percusión, encuentros sobre películas, etc. Y en este sentido, tal vez lo más destacable, uno de sus grandes aciertos y que proporciona buena parte de su imagen de marca sea el Foro Social.
El Foro Social es un encuentro donde se puede escuchar y se puede debatir con algunos de los más grandes intelectuales y representantes de los movimientos sociales del mundo. Así, hace dos años acudió al Foro Zygmunt Bauman, el padre del concepto de modernidad liquida, y probablemente uno de los más grandes intelectuales hoy vivo. El año pasado estuvo la Nobel de la paz Shirin Ebadi, y también Rigoberta Menchú Y este año los debates versarán, entre otros temas, sobre la derogación de la Ley de la Justicia Universal, derogación que ha supuesto el archivo del caso sobre el genocidio que sufre el Tíbet, el modelo penitenciario o la política de fronteras en el Sur de Europa. Será, como siempre, tremendamente enriquecedor. Y una oportunidad de abrir nuestras mentes con nuevas perspectivas. Algo de lo que podemos enorgullecernos en Benicàssim. Y espero que siga existiendo esa oportunidad durante muchos años.