Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
Alguien le debería decir que está haciendo el ridículo. Alguien le debería susurrar al oído que los tiempos han cambiado y que lo único que provoca es que la gente abiertamente se ría. Algún amigo de verdad tendrá. A pesar de ser político. Por eso me cuesta creer que nadie le ha haya advertido al señor Alberto Fabra, todavía Presidente de la Generalitat, de que sus promesas no se las cree nadie, de que lo único que consigue con ellas es el mejor de los casos la hilaridad general y en el peor una creciente irritación de aquellos que sienten insultada su inteligencia.
¿Cómo puede decir el señor Fabra, don Alberto, que va a bajar los impuestos? ¿Acaso no sabe que los valencianos sabemos que en primer lugar su partido ha sido el partido que más ha subido los impuestos en nuestro país, y que sin financiación autonómica nueva la quiebra está a la vuelta de la esquina? ¿Acaso no sabe que los valencianos sabemos que su peso es tan nulo que Montoro ni siquiera le recibe ni a él ni a los empresarios valencianos? ¿Por qué no se compromete firmemente el Presidente de la Generalitat a que los diputados del PP votarán en el Congreso en contra de los Presupuestos Generales del Estado, unos Presupuestos que ningunean hasta límites que superan el término de humillación a los valencianos, castellonenses y alicantinos? ¿Por qué no se comprometen él, Rus, Barberá, y todos los capitostes de su partido a abandonar el PP si no hay de forma inmediata una nueva financiación autonómica que ellos mismos prometieron para el 2015 pero que ni está ni se la espera? ¿Nos toman por tontos?
Es lo mismo que prometer unas infraestructuras que llevan paradas años y años, a las que dan largas de una forma patética. Es lo mismo que las patéticas medidas que defiende el señor Fabra de regeneración democrática, donde cuela una reforma del sistema electoral diseñada para intentar perpetuar por los siglos de los siglos el poder del Partido Popular. De hecho, ¿cómo pueden siquiera manejar el concepto de regeneración democrática sin que se les caiga la cara de vergüenza, ellos que están llenos de imputados y de procesados del norte al sur de la Comunidad Valenciana? ¿Nadie les ha dicho que tiene, que tienen credibilidad cero? ¿Nadie les ha dicho que ya no cuela?