Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
El 28 de Julio de hace un siglo empezó la denominada I Guerra Mundial. Si a un europeo de esa época le hubieran dicho que esa guerra iba a implicar la desaparición del Imperio Austro-húngaro, la caída del Zar o la conquista del poder por parte de Lenin no se lo hubiera dado creído. Ha pasado un siglo, apenas 100 años, una computo insignificante a nivel histórico. Y sin embargo, en estos 100 años hemos visto el nacimiento y la caída del comunismo en Rusia, el nacimiento y la caída de la Unión Soviética, el auge económico de los años veinte, seguido del Crack del 29 y de la llamada Gran Depresión, el inicio y el auge de los fascismos, el triunfo del nazismo y el ascenso de Hitler al poder, la persecución de los judíos y su genocidio por parte de los nazis, la caída de Hitler. Hemos visto la II Guerra Mundial, con 50 millones de muertos, la bomba atómica sobre Hiroshima, la Guerra Fría, la creación del Estado de Bienestar, la descolonización de África y Asia.
Por otro lado, si a un ciudadano español le hubieran dicho en 1914 lo que iba a acontecer en los siguientes 100 años en nuestro país tampoco se lo hubiera creído. Así, se vivió en España la crisis final del sistema de partidos que trajo la Restauración, la Dictadura de Primo de Rivera, la caída de la Monarquía de Alfonso XIII y el advenimiento de la II República, la Guerra Civil española y la consiguiente Dictadura del General Franco, con una represión tan brutal que nunca se había conocido en nuestro país. Y luego la restauración monárquica y una nueva Constitución.
Vienen estas reflexiones a cuento por si alguien se creyó en su momento la tesis de Fukuyama y el fin de la Historia. Nada hay más alejado de la realidad. De hecho, y a pesar de que en este momento parece que está vigente un cierto “pensamiento único”, lo cierto es que éste es más bien propio de ciertas elites, elites que están más alejadas que nunca de lo que se conoce como “las masas”. Por ello, sería interesante hacer una cierta reflexión sobre las convulsiones que nos pueden deparar los próximos años, convulsiones que puede ser que ni nos imaginemos en este momento, pero que sin duda sucederán.
Tal vez sea el momento de releer 'Auge y caída de las grandes potencias' de Paul Kennedy o la obra sobre la caída del imperio romano de Gibbon. Ahí sin duda encontraremos las claves de lo que puede suceder en los próximos decenios. Y que nadie piense en un plácido Oasis. Veremos. Más bien si nos atenemos al pasado reciente será lo contrario.