Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
No sólo es que mientras en España la justicia marea la perdiz con el tema de la Infanta Cristina y se hace una ley express a toda prisa para aforar al ex Rey, en Francia por el contrario se detenga durante 15 horas al ex Presidente de la República Sarkozy y luego se le impute. No sólo es eso. Son además muchas pequeñas cosas.
Si ustedes van a París estos días hagan un ejercicio de observación. Fíjense como ningún joven va absorto por la calle mirando la pantalla de su Smartphone al contrario de lo que lamentablemente ocurre en nuestro país. Fíjense y verán como es rarísimo ver a nadie hablar por el móvil por la calle y como las pandillas de jóvenes lo que hacen es hablar entre ellos. Miren cuando estén en un Restaurante y observen como nadie, absolutamente nadie, planta el móvil en la mesa mientras se dispone a comer, y mucho menos si está acompañado. Fíjense como en Les Halles, en sus cafés, por poner un ejemplo, es muy común ver a personas leyendo un libro mientras toman un café o un vino. Y dense cuenta de que en París todavía es de buen gusto lucir gafas, y que lo hacen sin ese patético gusto por el postureo hipster de las gafas de pasta que asola nuestro país. Entren en un quiosco y observen la prensa y las revistas; no se extrañen si encuentran alguna de información general que tiene en portada un filósofo clásico o contemporáneo.
Son esas pequeñas cosas, además de muchas otras, evidentemente, lo que definen lo que es un país y una ciudad. Mucho más incluso que sus museos, sus libros, su cocina, o sus pinturas. Luego, vuelvan la vista a España, con sus programas chabacanos de televisión, con su falta de respeto por la cultura, con sus tertulianos infames gritando en televisión, con sus medios de comunicación ridículamente cortesanos y que pueden ser calificados de todo menos independientes, e intenten no apesadumbrarse. Tarea difícil.
Francia es todo lo que pudo ser España. Y al revés. Y no basta simplemente para explicarlo que allí triunfó la Revolución Francesa mientras que aquí nos enviaron a los Borbones. Tiene mucho que ver que en el país vecino siempre ha habido una burguesía, una clase dirigente que ha creído en su país, mientras que en España lo que ha habido es una burguesía de comisionistas, unas elites extractivas que han ejercido un papel nefasto. Claro que también tiene mucho que ver lo que un día decidieron ser los franceses. Y decidieron ser ciudadanos. ¿Y nosotros? Pues eso.
