Miguel Barrachina. Vicepresidente del área económica de la Diputación de Castellón.
No me alegro del fracaso de la convocatoria de los sindicatos socialistas en el 1 de Mayo, porque es señal de que otros más extremistas y con menor legitimidad están ocupando ya su lugar.
Participé en un debate con uno de los líderes de los sindicatos convocantes y me quedé asombrado del nivel de desconocimiento de la realidad económica que pisan y de las premisas falsas sobre las que edifican su discurso, y del que nacen eslóganes como "Se lo están cargando todo” o “No tienen límite”.
Las dos afirmaciones falaces que sirven de sustento a líderes sindicales y creadores de opinión de todo tipo son; devolvemos demasiado a los bancos y son los ciudadanos quienes padecen el “austericidio” perpetrado conjuntamente por Merkel, Rajoy y los malditos banqueros en perfecta comunión.
La realidad, que muchos no quieren saber, es justo la contraria:
1º España no está devolviendo préstamos sino endeudándose, aunque a menor ritmo, por tanto no podemos hacer ni a bancos ni a Angela Merkel el corte de mangas que la izquierda pretende, porque la administración incurriría en impagos.
Solo el gobierno central, del que viven directamente más de catorce millones de jubilados, empleados públicos y parados, gastó el año pasado 230.000 millones e ingresó 128.000, el resto es nueva deuda.
2º Con esa cifra se desmonta la afirmación de exceso de austeridad, pues aún no somos capaces de pagar nuestros propios gastos. Ya no gastamos el doble de lo que ingresamos como en los últimos años de socialismo, pero, a pesar de la mejoría, en estos tres primeros meses del año ya hemos gastado 17.000 millones más que lo recaudado.
El recorte duro sobre nuestros ciudadanos hubiese tenido lugar de producirse el rescate de nuestro país, del cual las medidas del ejecutivo nos han librado.
Por eso, a pesar del indocumentado desahogo sindical del “Lo quieren todo”, las reformas deben continuar. Datos como que la inflación esté en 1.4% nos hace mas competitivos, que la entrada neta de capitales alcance 41.000 millones en los dos primeros meses del año, cuando en el mismo periodo de 2012 salían 30.000, indica que España vuelve a ser un país fiable. Así nuestra prima de riesgo está en 288 y no en 650 como el pasado año, lo que abarata enormemente nuestro endeudamiento.
Que los sindicatos, y buena parte de la izquierda, prefieran no saber, para poder seguir liderando protestas sin fundamento, hace especialmente necesario un esfuerzo de didáctica económica, con datos, no con eslóganes.