Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
El reciente e inconcluso problema de los estibadores, ha dejado en evidencia a los partidos de la oposición, que en su irracional tozudez para oponerse (venga al caso o no) a las propuestas del Gobierno, se han querido olvidar de que en este caso no es una decisión del Partido Popular, sino una exigencia de la Unión Europea.
Me viene a la memoria una situación similar, de otro grupo que pretendió en su día conservar todos sus privilegios gremiales, bajo un Gobierno Socialista, teniendo a todos los españoles cautivos de sus caprichos y huelgas absolutamente irracionales, para conservar sus privilegios económicos, como lo hacen ahora los estibadores.
En aquel entonces fueron los controladores aéreos y si mal no recuerdo, el Ministro (Pepe Blanco) responsable acabo recurriendo al Ejercito, para sustituir a los huelguistas y contó con el apoyo expreso del Partido Popular, es decir que los intereses generales de los españoles acabaron imponiéndose a los intereses partidistas.
Pero en aquella ocasión, ni siquiera era una norma imperativa europea, que nos amenazaba con una multa de de 22 millones de euros, mas una penalización adicional diaria a partir de esta semana, de unos 170.000 euros diarios por día trascurrido.
¿En que estaría pensando Ciudadanos, al votar en contra de la proposición de Ley del PP, cuando este tema era uno de los que iban incluidos en su Programa Electoral para solucionar durante la legislatura?
Imagino que en lo mismo que el PSOE.
En desgastar en la medida de lo posible al Gobierno de Rajoy, pero su torpeza es muy evidente, ya que pueden encontrar otras facetas criticables en las decisiones que se toman en el día a día, pero si hay una en la que deberían de haber demostrado su sensatez y sentido de Estado era en está, que acabarán teniendo que apoyarla, a no ser que estén dispuestos a perder gran número de votos ya que los españoles nunca entenderíamos tener que pagar esa multa millonaria a la Unión Europea, para defender los intereses de casta de los estibadores.
Personalmente me pareció excesivamente generosa la oferta del Gobierno del Gobierno, permitiéndoles prejubilarse a los 50 años, con el 70 % de los ingresos de los últimos 6 meses cuyo término medio según se ha publicado en muchos medios de comunicación estaba alrededor de los 70.000 euros anuales, es decir que podrían acabar cobrando 50.000 euros a cambio de nada.
¿Cuántos jubilados españoles pueden tener estas pensiones vitalicias, que no sean políticos de alto nivel en España?
¿Cómo es posible que los partidos de centro-izquierda como el PSOE y Ciudadanos, no hayan hecho causa común con el PP, para acabar con unos privilegios tan ancestrales y gremiales como fuera de lugar en la Europa del Siglo XXI?
Y no quiero referirme a Podemos y sus aliados, porque ellos siempre votaran en contra de quien gobierne, que no sean ellos, ya que su objetivo final es alcanzar el poder para utilizarlo a su gusto y manera, y de ellos ni espero ni se puede esperar la menor muestra de racionalidad.
Pero quienes me han decepcionado profundamente han sido PSOE y Ciudadanos, que parecen empeñados en impedir la Gobernabilidad de
España sin darse cuenta de que los mayores perjudicados podrían volver a ser ellos, si no se aprueban los Presupuestos del Estado y se rectifica en el tema de los estibadores inmediatamente, porque teniendo atado de pies y manos a Rajoy (que tampoco es santo de mi devoción y al que considero un mal menor) lo único que van a conseguir es que dentro de mes y medio y en plena crisis socialista, se convocaran nuevas elecciones.
Y tanto la Comisión Gestora del PSOE como Ciudadanos, saben perfectamente o al menos deberían de saberlo, que ellos serían los grandes perjudicados.
Ellos y sobre todo España y los españoles, que volveríamos a tener que pasar otra vez por las urnas, sin mas alternativas que un Gobierno del PP mas consolidado y con posibilidades de alcanzar una mayoría mas poderosa aún o un Frente Popular de un socialismo con Pedro Sánchez apoyado por Pablo Iglesias a la cabeza y teniendo que venderse a los Independentistas catalanes o vascos, para poder tener una mayoría suficiente.
De la sensatez de socialistas y ciudadanos depende la actual legislatura.