Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Les aseguro que no entraba en mis planes volver a comentar esta semana ninguna de las tropelías de los ‘catalinos’ de Compromis, pero ante el cúmulo de tonterías que han llevado a cabo durante las fiestas patronales de los pueblos de nuestra Comunidad en los que gobiernan y la falta de respuestas adecuadas entre sus compañeros de Coalición Municipal e incluso Autonómica, tengo que reincidir en mis criticas.
Esta vez ha sido el Alcalde de Puzol, Enric Esteve, quien en un alarde de estupidez se ha permitido cambiar la letra oficial del Himno Regional, indicándole al tenor que iba a interpretarlo, que en vez de cantar “per a ofrenar noves glories a España” debía decir “tots baix els plecs de la nostra senyera”, mutilando de una forma absurda y distorsionada, la Letra Oficial de uno de nuestros símbolos oficiales protegido legalmente por nuestro Estatuto de Autonomía y oficializado en la Ley 8/1984.
Por si la barbaridad no era lo suficiente grande, parece que con la complicidad de sus socios de Gobierno, pretenden prohibir a los concejales del Partido Popular que asistan a los actos religiosos que se celebren en Puzol, en representación del Consistorio, como si la condición de concejales, fuera de ‘quita y pon’ y ellos sólo lo fueran para todo, menos para asistir a procesiones, misas o actos religiosos oficiales a los que quisieran acudir.
Ellos que tanto alardean de ‘libertades’, tratan de condicionar las de los demás de una forma fascista y absurda.
Me parece bien que ellos no vayan si no quieren ir, como que no vayan a las corridas de toros si no les gustan e incluso que no canten el Himno Regional si no quieren hacerlo, pero lo que me resulta incomprensible es que traten de imponer sus caprichos en temas tan personales, a los que no piensan como ellos.
Su concepto de libertad es tan ‘sui generis’ que prohíben lo que no les gusta, por muy legal y protegido que esté por la Ley, porque llegan a un grado de soberbia tan supino, que convierten en Ley su propia voluntad.
Actitudes similares ha llevado a cabo la Alcaldesa de Sueca, Raquel Tamarit (también de Compromis) impidiendo que la banda de música municipal tocara el himno nacional en un acto religioso, incumpliendo la norma1997 que regula estos actos.
En Gata de Gorgos, Magda Mengual de Compromis apoyada por el PSOE y Podemos hizo (según he leído) exactamente lo mismo, como en Real de Gandia Marta Signes (aunque ella lo negara). Los músicos que debían tocar el Himno Nacional, así lo denunciaron.
Y para no ser menos el Alcalde de Silla, el socialista de Vicente Zaragoza, que también forma coalición de Gobierno con Podemos y Compromis, incidió en el mismo error.
En muchos municipios de nuestra Comunidad donde Gobiernan o forman parte de los equipos de gobierno los ‘catalinos’ de Compromis, tampoco luce la bandera española en sus Ayuntamientos, en una copia indudable de lo que se hace en Cataluña donde gobiernan movimientos o partidos independentistas, sin tener el menor respeto a las Leyes de Régimen Local, y por lo que vemos, de momento los líderes de Compromís, PSPV y Podemos no han tomado ninguna medida para acabar con todas estas actitudes que nada tienen que ver con los sentimientos de todos aquellos que nos sentimos valencianos y españoles a la vez, que por otra parte, es lo que somos.
Compromís ha equivocado su lugar en España.
Son valencianos y españoles por nacimiento, pero quisieran ser catalanes (que no lo son) y son tan antiespañoles, como lo pueden ser todos los componentes de la candidatura de ‘Junts per el Si” en Cataluña, y eso es, algo innegable que demuestran día a día con sus actitudes.
Podemos, no sabe aún lo que son, ya que tan pronto apoyan la unidad de España, como le escuché hacerlo a Monedero esta semana en La Sexta, como sale Pablo Iglesias en cualquier rincón de Cataluña o las Vascongadas, haciéndoles la cama a BILDU o a ERC, sin el menor recato y en ese juego a dos barajas seguirán estando, para poder pactar con Dios o con el Diablo, con tal de tocar poder.
Pero lo realmente vergonzoso y lamentable es lo del PSOE, tanto en la Comunidad Catalana, como en la Valenciana.
La postura oficial del socialismo español, es la de repudiar el independentismo catalán mientras setenta y dos municipios catalanes, gobernados por ellos se incorporan al movimiento municipal por la independencia de Cataluña.
Parece ser que tienen dos discursos, uno para España y otro para Cataluña y así se van desangrando el PSOE día a día y perdiendo votos a espuertas, tanto en Cataluña como en el resto de España.
“Son grandes como los hoyos….que son tanto mas grandes, cuando mayor es su vacío”.
Ellos han querido conservar cuotas de poder a costa de perder votos y pactar con quien sea y al precio que sea, y mucho me temo que aquí en la Comunidad Valenciana, como en Cataluña van a acabar perdiendo cientos de miles de votos por su insensatez y su manera de ser manipulados y utilizados por los mayores enemigos de España y de nuestra Comunidad Valenciana.
Si no rectifican, están condenados al fracaso, como vengo diciendo desde tiempos de Zapatero y no me equivoqué.
Pedro Sánchez no es mas que la versión mas increíble de un Zapatero II, al que el ansía de llegar al poder le ha obnubilado y no es capaz de ver lo que es evidente para cualquier observador ajeno a los intereses políticos momentáneos.
He repetido mil veces que el Partido Popular ha llegado a unos extremos de corrupción inadmisibles, y daría cualquier cosa para que Rajoy no se presentara a las próximas elecciones, porque no se merece nuestra confianza, por mucho que su política económica haya sido la única posible, para sacarnos de la ruina en la que nos dejaron ocho años de un socialismo desquiciado.
Pero echando una mirada al resto del panorama político que se nos ofrece, al riesgo de disgregación del Estado, a la incapacidad palpablemente demostrada por el PSOE cuando nos ha gobernado dentro de los parámetros que predica Pedro Sánchez (que son los mismos de Zapatero), viendo como las fuerzas emergentes como Podemos y Compromís se dedican a hacer tonterías tanto en nuestra Comunidad como en Ayuntamientos tan importantes como los de Madrid y Barcelona, sin preocuparse lo más mínimo de solucionar los problemas de Gobierno del día a día para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y ante el frenazo que ha sufrido Ciudadanos, por la indefinición de sus líderes que tampoco acaban de tener una línea definida, con frecuentes divergencias entre sus dirigentes genuinos fieles a Albert Rivera, los que les llegaron de aluvión procedentes de UPyD que tratan de imponer sus criterios, y quizás los mas numerosos que son los desencantados del PP que han acabado desconcertados al ver los apoyos de su partido a Gobiernos de Izquierdas que ellos nunca habrían apoyado, uno se pregunta que alternativas le quedan.
El proceso de desafección y odio hacia todo lo que suene a español y el de ‘catalanización’ y acercamiento hacia el independentismo catalán, emprendido por Compromís y consentido por Ximo Puig y su Gobierno, me parece tan evidentes como vergonzosos, y nadie toma medidas ni tiene nada que ver, con la postura de un Felipe González, que acaba de recordarles a los socialistas españoles, que en este tema no valen las equidistancias ni la tolerancia, porque sin duda recuerda el Tripartito que gobernó en Cataluña, y como ERC acabó llevando al PSOE-PSC a sus cotas de desprestigio y representación mas bajas de toda la historia del socialismo catalán y sabe que aquí va a suceder lo mismo, con el agravante de que la experiencia ajena, no le haya servido a Ximo Puig.
Quizás su evidente ‘pancatalanismo’ y su complicidad con Compromís, también acabe llevándole a él al olvido, como se llevó a Montilla y a Chacón por delante.
De momento esperar y denunciar todo lo denunciable que salte a mis ojos y después de analizar los resultados de las elecciones catalanas, quizás podamos tener unos criterios mejor fundamentados de cara a las elecciones generales.
Pero sobre todo alertar a los valencianos del peligro de que quieran hacernos ser, lo que no somos, al servicio de intereses que nada tienen que ver con los valencianos.
A ellos se les puede comprar, pero no a la mayoría, que no ponemos precio a nuestros símbolos, a nuestra cultura ni a nuestras convicciones.