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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 21:28

Doble moralidad de nuestros políticos

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Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.

Desde la situación incuestionable de ciudadano español sin adscripción  ni afiliación en ningún partido político y como sujeto pasivo de todas las obligaciones en impuestos nacionales, autonómicos y municipales considero que tengo todo el derecho de expresar mis opiniones y así lo vengo haciendo en este medio, desde hace muchos años sin la menor cortapisa.

Precisamente he querido hacer esta introducción, para llevar a la autocrítica y reflexión oportuna a nuestros representantes públicos a fin de que tomen en consideración algo que muy pocas o ninguna vez les habrán dicho.

Y me refiero fundamentalmente tanto a populares como a socialistas y nacionalistas catalanes y vascos (ex CiU y PNV), que han sido los que han detentado el poder tanto en España, como en las Comunidades Autónomas de Cataluña y Euskadi.

A Podemos y Ciudadanos, les aconsejo que hagan la misma reflexión de cara al futuro, pare evitar cometer los mismos errores que han llevado a la deplorable situación actual a los demás partidos anteriormente mencionados.

Es muy elemental, la mejor forma de acabar con la corrupción política y económica de España:

Cada partido político, tiene que generar sus propios mecanismos de control, tratando de solucionar ellos sus propios problemas, evitando que otros se aprovechen de ellos cuando lleguen a conocerlos, para iniciar la guerra del “y tu más….” actual.

Me parece deplorable y demoledor escuchar en estas fechas a toda hora y en todos los medios de comunicación, los casos de corrupción del PP como arma electoral y la réplica de los ERES y otros casos similares del PSOE y me avergüenzo de escuchar argumentos y contra argumentos de unos y otros, que ante situaciones similares aplican criterios muy dispares para ‘salvar a los suyos y condenar a sus adversarios’.

En España y hasta hoy, sólo están libres de pecado a nivel global, aquellos partidos que no han tenido responsabilidades de Gobierno.

Y con eso, no quiero decir que todos nuestros políticos sean corruptos, porque me consta que hay muchos mas honestos que corruptos, pero lo cierto es que el virus de la corrupción ha incubado en todos los partidos y afectado a afiliados y responsables de todos ellos a veces para poder financiar a su partido, otras en su beneficio personal y la mayoría de las veces en una simbiosis de intereses personales y partidistas, para auto justificarse y a la vez sacar todo el provecho personal posible.

Ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo, en que punto procesal debe de estar obligado un político a dimitir de su cargo o ser expulsado del mismo o de su partido.

En principio pactaron que debería de ser cuando el Juez dictara sentencia  firme, luego se adelantó a la apertura del proceso oral y ahora basta con que sea ‘investigado’ un político (sobre todo si no es de los suyos) para que se exija la inmediata dimisión e incluso expulsión del Partido.

La presunción de inocencia, rige en España para todos los ciudadanos, menos para nuestros políticos,  con lo que ‘se ha levantado la veda del político” y no tardaremos mucho de no cambiar las cosas, que solo se presentarán a las elecciones, jóvenes recién salidos de la Universidad, sin oficio ni beneficio, parados de larga duración con mas de medio siglo de vida y muy pocas opciones de encontrar un puesto de trabajo productivo y funcionarios “sin sentido del riesgo” que pretendan alcanzar relieve social, sin importarles acabar con su prestigio y su salario garantizado de por vida, por ser “investigados’…y no poder recuperar su estatus anterior.

Odio la corrupción y soy sujeto pasivo de la misma al tener que ver multiplicados mis impuestos, para poder atender los caprichos, prevaricaciones o malversaciones de los políticos corruptos, pero no me gustan los movimientos pendulares, ‘que van del todo a la nada’ y hacen perder el equilibrio imprescindible para encontrar soluciones justas.

Y por eso abogo por la regeneración interna de cada partido, para evitar el desprestigio social de toda la clase política sin excepciones.

Y ese código ético, que debe de ser idéntico en todos ellos, para evitar aplicaciones irresponsables y diferentes antes casos iguales, deberían de realizarlo con la presencia de miembros  representativos de todos ellos, con un compromiso formal de cumplirlo a rajatabla.

Espero y deseo que los casos de Rita Barberá, Chaves y Griñán  sirvan de algo.

Porque sin prejuzgar su inocencia o culpabilidad quisiera poder proyectarme en el tiempo unos años, hasta que un Juez dicte sentencia sobre sus casos y  poder analizar entonces las hemerotecas y declaraciones de representantes del PSOE y del PP a ver si se les caía la cara de vergüenza a unos y otros, ya fuera por defender lo indefendible o por atacar a un inocente.

Los españoles en términos generales, somos muy dados a ver la paja en ojo ajeno y estar ciegos por la viga que tenemos en el propio.

Lo más destacable, es que  Chaves y Griñán se mantuvieron bastantes años en sus cargos después de iniciarse el caso de los ERES, y no habrían dimitido de no ser por la imposición de Ciudadanos para apoyar al Partido Socialista de Andalucía para formar Gobierno y sin embargo en el caso de Rita Barbera los años se han convertido en semanas y los miles de millones en mil euros y sin embargo la repercusión mediática y electoral actual ha sido increíble.

A riesgo de equivocarme, soy de los que piensan que muy segura tiene que estar la ex Alcaldesa de Valencia de su inocencia, para tomar las medidas que ha tomado.

¿Le pedirán perdón tanto sus adversarios como sus compañeros de partido, unos por atacarla y otros por no defenderla, si un día un juez dicta sentencia absolutoria en su caso?

El tiempo nos lo dirá.