Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
El verano pasado nos dedicamos a cantar “Tornarem”, y ahora que ya hemos vuelto, a partir de esta semana, como dicen “els trinqueters” al acabar el calentamiento de los jugadores, “va de bo”.
La pretemporada de los amarillos ha ido de menos a más, con una composición muy racional de su plantilla y un concepto de equipo solidario, que se había perdido con la marcha de Pelegrini.
Basados en unos principios similares a los que inculcó el chileno en sus años aquí, seguimos disfrutando de jugar el balón, y tenerlo todo lo posible, pero a ello hemos incorporado una dosis importante de velocidad en los últimos metros, y recuperado en cierto modo el juego de bandas, a cambio de sacrificar gran parte del juego asociativo interior que identificaba el sistema de Pelegrini, al que Marcelino ha agregado ideas propias muy interesantes.
El año pasado, tuvo que poner toda la carne en el asador cuando llegó, culminando una segunda vuelta espectacular en base a una pelea en todas las zonas del campo, y a un sentido de solidaridad profundo, que hacía que cada jugador se dejará en el campo todo lo que llevaba dentro.
Al final hasta Cani salió de su desidia , para unirse a la causa.
No diseñó él la plantilla en un principio, y tuvo que articularla con lo que le habían dado, más los toques de experiencia que aportaron Farinós y Dorado, que muy pronto se quedaron en la cuneta, rotos por lesiones de larga duración, mas la velocidad de un Jonathan Pereira recuperado del Betis y un Perbet llegado desde el futbol belga que le dieron la profundidad y el gol que le faltó en la primera vuelta, y en base a todos ellos consiguió el ascenso en el último suspiro de la competición, cuando empezó muy lejos de los puestos de ascenso, y distante de los de promoción.
Con muy buen criterio la directiva ha confiado en Marcelino y su experiencia en primera división, para llevar el timón en esta temporada que deseamos sea brillante.
Se ha remodelado la plantilla, con la incorporación de un portero de garantía en mi opinión, ya que con apenas 25 años Asenjo ha sido victima de varias lesiones de larga duración que le frenaron una progresión excelente, que tendrá que refrendar este año en el equipo, en dura competencia con un Juan Carlos fundamental en el ascenso.
Desde la antigua Yugoslavia, se han fichado dos promesas y un internacional esloveno.
Alic el central montenegrino, aún muy joven tendrá que madurar en el Villarreal B.
Pantic me ha gustado cuando le he visto, aunque casi siempre de central, cuando se le ha fichado para que compita en el lateral derecho con un Mario cada día mas sólido. Los dos con poco más de veinte años, garantizan una banda derecha para años.
En el centro Musachio es toda una garantía, y Pablo Iñiguez un descubrimiento que se ha consagrado antes de llegar a los veinte, y que con la lesión de Dorado tuvo que asumir un papel que de otro modo difícilmente se le hubiera dado en el ascenso a Primera. Dorado es la dosis de veteranía y experiencia necesaria en la estructura defensiva, y para completar parece ser que al salir esta columna ya se habrá fichado a Gabriel, un joven central brasileño del Victoria de Bahia, con mucha proyección.
Por la banda izquierda Djokik, un internacional esloveno de 27 años con mucho potencial defensivo, complementará a un Jaume Costa con más proyección ofensiva, para disponer de las dos alternativas necesarias.
Uno de los refuerzos que más me ilusionan a mi, ha llegado para acompañar o sustituir cuando fuera necesario a Bruno Soriano, el eje fundamental de este equipo.
Me refiero a Pina, otro todoterreno potente, rápido y con buena visión de juego capaz de atacar y defender, tanto en balones rasos como en juego aéreo, y para completar la línea de creación, un Farinós convaleciente que si se recupera puede ser muy interesante tanto en el campo como en el banquillo, como catalizador del equipo, y Manu Trigueros con muy buenos fundamentos ofensivos, pero menos rocoso que los otros tres.
En la banda derecha van a pelear por un sitio dos centellas.
Aquino y Hernán Pérez, basan su juego en la velocidad y desborde, aunque tanto uno como otro se empeñan a veces en rizar el rizo en exceso, volviendo sobre si mismos para volver a driblar el mismo adversario una vez superado.
Aquino asiste mejor, y Hernán tiene más gol, y en este sentido Marcelino debe y puede controlar y reorientar sus capacidades, para que no se pierdan en virtuosismos y los sacrifiquen en bien de sus compañeros y del equipo, ya que la sorpresa es un factor definitivo delante, y esos segundos que pierden recreándose, evitan el factor sorpresa.
En banda izquierda un Cani recuperado para el futbol por Marcelino, puede ser el titular por banda izquierda, con Moi como alternativa de sus mismas características. En partidos atascados con defensas muy cerradas, puede Jonathan Pereira actuar en esa posición algo mas avanzado como abrelatas lateral por su capacidad de desborde cerca del área.
La media punta será indiscutiblemente para un Giovanni espectacular, técnicamente impecable, rápido, hábil en el regate, con capacidad de desplazamiento a las dos bandas y visión para dar el último pase, y aunque hasta ahora no le hemos visto marcar, en todas sus temporadas en España, ha marcado una cantidad de goles adecuada para el puesto que ocupa en el campo, aunque lo suyo son las asistencias de gol.
En su ausencia ese puesto lo pueden desempeñar eventualmente tanto Manu Trigueros, como Jonathan Pereira o el mismo Uche, aunque éste último con menos capacidad de trabajo y sacrificio que los dos primeros.
La punta y el gol se lo tendrán que luchar entre Perbet y Uche.
El primero aporta brega y trabajo en todo el campo, siendo el primer defensa y el último delantero, por lo que acaba los partidos muy agotado por su constante entrega. Dispone de un tiro potente y utiliza las dos piernas, aunque es diestro, teniendo un olfato especial en el área contraria, tanto por arriba como a ras de suelo.
Uche basa su juego en la velocidad y la habilidad, aunque su capacidad de definición es desconcertante en muchas ocasiones, fallando más de la cuenta en el cuerpo a cuerpo con los porteros, o en situaciones favorables en el área pequeña.
En definitiva un equipo bien estructurado, sólido aunque inexperto detrás, muy bueno en el dentro del campo e imprevisible delante.
Si se adelanta en el marcador va a ser muy difícil de derrotar, pero quizás le resulte excesivamente complicado marcar el primer gol. Si lo hace todo va a resultarle más fácil, por la velocidad de sus delanteros, y la buena salida desde medio campo.
Ahora sólo queda desearles mucha suerte, a fin de intentar alcanzar puestos en Europa.
Su lugar natural vistas las plantillas y actuaciones de los demás equipos, debe de estar en la zona templada de la tabla, sin agobios ni excesivas exigencias.
Pero si alcanzamos los 43 puntos pronto, y con ellos la salvación podremos luchar por objetivos mucho más ambiciosos, sobre todo después de la experiencia del descenso.
Primero consolidar, y a continuación correr en busca de Europa.
Lo cierto es que al contrario de lo que les ocurre a muchos otros equipos de Primera División, el Villarreal no bajará por falta de pago o por mala administración y eso en los tiempos que corren, ya es un éxito en si mismo.
