Miguel Prim Tomás. Ex Parlamentario Nacional.
Leí hace poco que el sufrimiento de los ciudadanos va desde un nivel de riqueza muy bajo, una tasa de paro muy elevada y unas cargas fiscales altas. Y esto lo escribía una editorial de un medio escrito sobre el problema andaluz.
Hemos visto, lo que nos imaginábamos. Que el centro derecha (PP) y el centro Izquierda (PSOE) no han alcanzado un elevado número de votos, como esperaban, quizás por la aparición de otros nuevos Partidos como ‘Podemos’ o ‘Ciudadanos’.
Pero habría que hacer otras lecturas, apoyándonos un poco o un mucho en lo que venimos diciendo en anteriores colaboraciones. En los defectos a nivel Estado que ambos partidos mayoritarios han provocado o están provocando, por el momento, el alejamiento del ciudadano con los políticos.
Sería farragoso repetir aquí los temas que han producido y están produciendo el hartazgo del ‘españolito de a pié’. Los resultados en Andalucía creo no son extrapolables con el resto de España y sus Comunidades Autónomas.
Que desciende el voto de PSOE y del PP, éste más notorio, es normal en estos momentos en que sus mensajes no van adobados de una regeneración en sus actitudes tanto a nivel institucional como social y económico.
Ese hartazgo que comentaba lo reflejaba muy bien, para mi ese gran periodista, Luis María Anson, cuando ponía el ‘dedo en la llaga’ denunciando entre otras cosas:
*Que los partidos y los sindicatos siguen siendo un gran negocio y agencias de colocación.
*El aumento desde 1977 de funcionarios se ha multiplicado por 5, en parte elegidos a dedo.
*Cantidad más que importante de empresas públicas, muchas de ellas para colocar a políticos y sindicalistas.
*Las cuatro administraciones actuales cuentan con una cantidad desmesurada de coches, con gastos elevados de mantenimiento, combustible, chóferes, etc.
*Un número elevadísimo de edificios en los partidos, sindicatos y consejerías que hay que mantener.
*Los partidos mayoritarios gastan más que ingresan. El 90% de lo que se malgasta o derrocha es dinero público. Nadie por el momento ha tenido la iniciativa de proponer en el Congreso de los Diputados una norma que diga: "Ningún partido o sindicato podrá gastar un euro más de lo que ingrese a través de las cuotas de sus afiliados".
Y acabamos como finaliza ese gran periodista que mencioné, diciendo que la mayoría de los políticos y sindicalistas "son gente honrada, trabajadores y constructivos", y finaliza diciendo "lástima que la honradez general quede enmascarada en la selva de las corrupciones y abusos".
En fin, hasta aquí otro comentario a vuela pluma de lo qué creo es la actualidad política que estamos viviendo. Seguimos
comprobando que los dos partidos mayoritarios no hacen 'propuestas de Estado' para dar savia nueva a nuestra delicada democracia.
¡Ojala dieran la misma nota al unísono! De momento, lo pongo en duda.