Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Hace dos meses aproximadamente, creo recordar que fue a finales de Julio, escribí una columna en la que valoraba el sentido común de dos socialistas históricos como Paco Vázquez y Joaquín Leguina, y para mi gran sorpresa algunos “inquisidores del socialismo actual” que entraron a opinar en mi columna, les llamaron “de todo menos bonitos” porque sus opiniones personales y formadas a lo largo de muchos años de ejercicio político, no comulgaban con las ruedas de molino que les ofrecía Pedro Sánchez para aceptar sus ideas.
Por lo visto y como quedó patente en aquella columna, la nueva tendencia socialista no está por la reconciliación, el entendimiento y el pacto para afrontar los grandes problemas de Estado que estamos viviendo y ponen en un riesgo evidente nuestro futuro.
Esta semana, voy a añadir el testimonio de Corcuera, el cual a su condición de ex Ministro acumuló en su día la de Secretario General de la UGT del Ramo del Metal y fue un destacado sindicalista muchos años, además de ocupar las carteras de Interior y Trabajo entre otras, con Felipe González, lo cual imagino que ante los socialistas le dará algo de credibilidad.
Tuve el placer de escucharle (porque yo también oigo y escucho a los políticos de izquierda para poder ponderarlos y evaluar sus ideas) la semana pasada en un programa nocturno, y exponer con una lucidez impropia de su edad su punto de vista sobre la situación actual de España.
Abordó en primer lugar el tema catalán y no dejo lugar a la menor duda en su posicionamiento, lamentando profundamente la dicotomía PSOE-PSC en cuanto a las tesis independentistas, y exponiendo que en este tema no cabían equidistancias.
Los nacionalismos independentistas no tenían cabida en el socialismo moderno, y ni uno solo de los partidos socialdemócratas europeos, habían consentido pactar hasta hoy con movimientos independentistas o populistas, para impedir la llegada al poder de los legítimos ganadores de las elecciones.
Puso el ejemplo de Angela Merkel en Alemania, a la que SPD le permitió formar gobierno a falta de un solo escaño, despreciando los cantos de sirena de otros movimientos transversales alemanes, empeñados en pactar con la social-democracia alemana para llevarla al poder.
Si todo lo que expresó, es el ideario autentico de la social-democracia española, sin saberlo yo, ni haber sido nunca consciente de ello soy social democrata.
De lo que no me cabe la menor duda, es que ni Zapatero, ni Pedro Sánchez ni Ximo Puig lo son en absoluto.
Me di cuenta de que la social-democracia del PSOE, murió en el mismo momento en que Felipe González puso un punto y final a su Secretaría General del partido.
Y tras la consiguiente lucha por el poder socialista, llegó un “lunático”, José Luis Rodríguez Zapatero, que se dedicó a destruir y volar desde dentro, años de un trabajo constante y sereno que nos permitió disfrutar de las tres mejores décadas de la Historia de España en la Edad Contemporánea, apoyándonos en una Constitución que se había elaborado desde el consenso y la reconciliación nacional.
Nada de eso le sirvió a ese indigno personajillo, que no fue responsable de la crisis económica que le cogió con la guardia bajada, pero si fue responsable de no saber afrontarla y pedir ayuda a quienes le hubieran podido ayudar a salir del pozo en el que nos hundió.
Y por lo visto su sucesor, sigue en la misma onda.
Busca la gresca y la confrontación, en vez del acuerdo racional, hasta el punto de haber manifestado que “nunca pactará con Bildu ni con el PP”, lo cual además de una mentira es una “ignominia” como lo definió el mismo Corcuera.
A Bildu ya le ha servido el poder en bandeja de plata en Navarra, de una forma sibilina.
Un criminal y un gobernante (aunque sea presunto corrupto, o mal administrador) no pueden meterse en el mismo saco.
Gracias por aclarárselo a su Secretario General, señor Corcuera.
Aseguró el ex Ministro, que estaba convencido de que D. Pedro nunca pactaría con Podemos, porque eso sería traicionar a la social-democracia.
Se equivoca el Sr. Corcuera en su acto de fe, porque el socialismo español ya ha llevado a cabo mil pactos con los populistas en toda España y eso en Valencia y en Burriana, lo podemos certificar.
Dijo que los partidos mayoritarios de España (se refería al PP y al PSOE) tenían la obligación de dejar de pensar en ellos mismos, para pensar en España.
No puedo estar más de acuerdo con usted.
También comentó (con conocimiento de causa) que en la nueva España democrática, no se había salido de ninguna crisis de una manera vertiginosa, ni con un empleo que no fuera en precario, reconociendo que está ha sido la más profunda en las cuatro últimas décadas, y las cosas se estaban haciendo de la mejor manera posible.
Nadie diría que eso podía haber salido de una boca socialista, pero así fue.
En cuanto al problema catalán, dejo muy claro que toda la responsabilidad era del señor Mas, y que su independentismo era sólo una cortina de humo para ocultar su incapacidad para gestionar el gobierno catalán con sentido común.
Yo hubiera añadido, que también era, él único medio de evitarse y evitar las responsabilidades penales, para si mismo y para la familia de sus dos padres, el real (testaferro del otro) y del político.
En ningún caso arremetió ni contra el PSOE ni contra el PSC, pero marcó sus distancias.
Personalmente hubiera preferido verle en un debate de ese tipo en Telecinco, La Cuatro o la Sexta, pero me temo que allí nunca les invitarán, ni a él ni a Paco Vázquez ni a Leguina….por si acaso.
Y alcanzó una brillantez singular, cuando explicó como en una entrevista a D. Ramón Rubial (Presidente del PSOE) se le preguntaba si no estaba dolido ni enfadado de haber estado tantos años en la cárcel, o no valoraba para nada esos hechos y este ejemplar único de reconciliación nacional, les contestó:
Eso no es ningún mérito mío…..siempre que me llevaron a la cárcel, fui obligado, no por mi propia voluntad.
Aunque tengo algunos años menos que ellos y en su día no acababan de convencerme, hoy para mi son ejemplares, si los comparo con lo que hay.
Veo que a ellos les duele la actual España, tanto como a mí y como le dolió también a Ortega y Gasset en los años treinta, cuando profetizó lo que llegó después.
No sé si el socialismo que nos espera, es el de toda esta generación que supo acabar con el revanchismo y sigue defendiendo los mismos conceptos de reconciliación y unidad nacional del Estado, o el zapaterismo heredado por Pedro Sánchez, alimentado por una nefasta Memoria Histórica que solo consigue alimentar los odios y sentimientos negativos entre los asesinos y los asesinados, entre los represaliados y sus represores y que nos impide ver el día de mañana, olvidando un pasado lamentable del que ninguno de los que vivimos tuvo la culpa y dejar descansar a los muertos de uno y otro lado.
De cual de esos dos criterios acabe imponiéndose en el socialismo español a corto plazo, dependerá el futuro de España en todos los aspectos.
Y mucho me temo que ni Felipe, ni Guerra, ni Corcuera, ni Paco Vázquez, ni Leguina ni nadie actualmente, pueda dentro del PSOE, con al ansía de tocar poder que domina a Sánchez sobre todas las cosas y al precio que sea.
En Cataluña tendremos en quince días el ‘ensayo general’ (veremos hasta que punto baja el socialismo catalán respecto a las anteriores consultas) y luego en noventa días las Elecciones Generales que marcarán el futuro de España y de los españoles.