Vicente Guillamón. Concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Castellón.
Un año más vuelve a Castellón una de las más importantes citas con las compras de nuestra ciudad, impulsada por el Partido Popular de la mano de los comerciantes: la Black Friday. Sin embargo, tampoco la Black ha estado en esta ocasión exenta de polémica, ya que los comercios de algunas de las calles más céntricas de nuestra ciudad habían quedado excluidas de esta campaña.
La excusa de mal pagador ha sido en esta ocasión el TRAM, ya que el bipartito no estaba dispuesto a alterar su recorrido por la calle Colón ni consensuar ninguna medida con los comerciantes que permitiera que también los empresarios de esta zona participaran en el evento.
Y esa no es la manera. Una ciudad no puede funcionar a base de excusas de sus gobernantes, ni éstos pueden permitirse el lujo de tomar decisiones de forma unilateral sin sentarse a hablar con aquellos a quienes afectan sus decisiones. La Black Friday es un evento consolidado, apoyado por los ciudadanos y muy esperado por los comerciantes a lo largo de todo el año. El origen de la 'Black Friday' es estadounidense, y hace referencia al día en el que se inauguraba 'oficialmente' la temporada de compras navideñas, justo al día siguiente del Día de Acción de Gracias.
De ahí, comenzó a extenderse al resto de países y también llegó a nuestra ciudad, posicionándose como un encuentro de castellonenses y visitantes con el comercio local, un elemento de atracción comercial, centrado en la bajada de precios, descuentos, actuaciones y multitud de medidas para acercar los productos de nuestros comercios a los clientes que se acercan a disfrutar del viernes de compras por excelencia. Este año, la Black llega en una coyuntura perfecta, ya que la mejora económica de nuestro país está haciendo posible que aumente el índice de confianza del consumidor, y, por tanto, las compras y la creación de empleo.
Por eso, es, cuanto menos extraño impulsar esta iniciativa dejando de lado a los comercios de la calle Colón. Una muestra de intolerancia y de falta de diálogo que esperemos no se repita, y que los comercios de nuestra ciudad, estén en la calle que estén, recuperen la voz que siempre han tenido en el diseño de las estrategias de promoción comercial de nuestra ciudad.