Rafa Cerdá. Abogado.
Los Reyes Magos se anticiparon este año para Rita Maestre, concejal del Ayuntamiento de Madrid y portavoz del Equipo de Gobierno que lidera la populosa Manuela Carmena. Antes que el pistoletazo de salida de las inminentes fiestas de Navidad tenga lugar, la dirigente de Podemos ha sido obsequiada con la absolución del delito contra los sentimientos religiosos gracias a los Reyes. Magos que en lugar de venir de Oriente, viven en la Sección 16ª de la Audiencia Provincial de Madrid.
Tamaño regalo revoca la inicial condena que obligaba a pagar a la pizpireta concejal una multa de 4.320 euros. En un principio la Juez titular del Juzgado de lo Penal 6 de Madrid, entendió que invadir el recinto de una pequeña capilla universitaria ubicada en el recinto de la Universidad Complutense de Madrid, en tropel, rodear el altar, exhibir el sujetador y comenzar a proferir perlas tales como "vamos a quemar la Conferencia Episcopal", "contra el poder vaticano, poder clitoriano" y "sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios", constituyó una ofensa para los creyentes que rinden culto en un espacio que a nadie molesta.
Pues va a ser que no, que los católicos somos muy susceptibles en opinión de los señores (y señoras) Magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid, y la condena se ha ido a tomar las uvas. Los señores jueces trasmutados en Reyes Magos, estimado el recurso de apelación formalizado contra la sentencia del Juzgado de lo Penal argumentado que la señorita Maestre y sus compis ejercieron su libertada de expresión (muy soez todo sea dicho), y que aquí paz y después gloria.
Habrá que tomar la palabra a Sus Señorías. A partir de ahora, y siempre en el ejercicio de la libertad de expresión al estilo ‘Rita Maestre’, todo acto o situación que no sea de su agrado, actúen como la regidora madrileña: pronuncien una frase vulgar e hiriente que exprese su descontento y acto seguido, proceda a exhibir la parte pudenda que más antojo les dé. Como el torso ya ha sido explotado por doña Rita, el arrojar a la vista de quien corresponda un buen par de nalgas, no estaría nada mal. Eso sí, por un mínimo de caridad cristina (la que obvian los magistrados de la Audiencia Provincial madrileña) se debe procurar no ingerir previamente platos contundentes al estilo fabada asturiana o chorizo leonés, no sea que por una inoportuna ventosidad, el legítimo ejercicio de la libertad de expresión se convierta en una acusación por delito contra el medio ambiente.
En fin, supongo que el siguiente punto de protesta contra el patriarcado religioso, al cual dicen combatir la mediática portavoz del Ayuntamiento de la Villa y Corte, junto a sus estupendas compañeras, dirigirán sus proclamas llenas de poesía (con exhibición de torsos incluidas) dentro de alguna Mezquita, a fin de denunciar las atrocidades cometidas contra las mujeres a manos de radicales islámicos. ¿O no?, ¿se hacen caquita estas valientes sólo de imaginar la reacción que provocaría su valiente acción por parte de los feligreses allí reunidos?... ‘Injuriar’ a la Iglesia Católica como que otorga ‘cierto caché’, al resto de confesiones, ni atreverse.
Y desgraciadamente, cuando la Justicia actúa, algunos magistrados, en lugar de aplicar la ley, provocan vergüenza. A ver si en las dependencias de los tribunales y durante la celebración de juicios, permitirían Sus Señorías actuaciones y comportamientos como los que han absuelto a doña Rita Maestre y sus compañeras... ¿se lo imaginan? Créanme: la cuestión cambiaría, y mucho.
