Rafa Cerdá Torres. Abogado.
Ningún sentimiento alcanza la fuerza del amor, ninguna fuerza, ninguna intención, ningún deseo...Nada. Absolutamente nada alcanza el supremo acto de negarse a sí mismo en aras a la felicidad de otra persona. Puerta segura de entrada al cielo, el sentimiento amoroso fallido también puede suponer deslizarse por la pendiente hacia el infierno.
Prácticamente desde los albores de la historia humana, la temática amorosa se ha materializado en creaciones verdaderamente sublimes dentro todas las infinitas creaciones artísticas, abarcando todos los campos del saber y del conocimiento. La literatura o la música, por citar sólo dos de las Artes, encuentran su plenitud en obras concebidas desde el sentimiento amoroso.
En estos tiempos donde todo se mercantiliza, el día de San Valentín se publicita como la exaltación del Amor por excelencia; si tira de la tarjeta de crédito, buena señal: usted se encuentra enamorado. Cuestiones publicitarias aparte, yo concibo personalmente el día a día que transcurre junto a la persona que quieres como una verdadera fiesta.
Cada jornada supone la excusa perfecta para convencer a la persona que amas que juntos somos mucho más que dos...¡Ups! He caído en un ataque de endulcoramiento, será mejor que siga adelante, no sea que los niveles de azúcar alcancen niveles peligrosos...
Pero ninguno de los creadores del moderno concepto de San Valentín parecen haberse fijado que también existe "amor" más allá del mero sentimiento romántico: me refiero al practicado por millones de personas que anteponen sus propias vidas al servicio de los demás. Los integrantes de programas de Cooperación internacional, los religiosos y religiosas que a través de decenas de iniciativas amparan a los más pobres de entre los pobres, a los voluntarios y voluntarias en hospitales, a los militares que arriesgan sus vidas en fuerzas de paz,....a tantas y tantas personas que desde la sombra iluminan con su tiempo y esfuerzo la oscuridad que rodea a muchos.
Ese tipo de amor no se celebra en los grandes almacenes ni llega al gran público envuelto en elevadas dosis de marketing. La expresión de generosidad y sacrificio que todos los días ejercen, supera con creces los tópicos de un simple "día de los enamorados", para ellos y para ellos, todo el año se vive como un "otro San Valentín".
A las personas que viven por los demás, y para los demás, a ellas: junto a mí felicitación, mi constante agradecimiento.