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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 20:36

La Casta de los anti-Casta

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Rafa Cerdá Torres. Abogado.

Días atrás, y en una muy conocida red social, un enlace encabezado por un llamativo título, atrajo mi atención. En pocos minutos un extenso artículo explicaba, a través de un lenguaje cuajado de misterio y cierto aire de conspiración, el modo en el que el actual interés mediático hacia la formación política liderada por Albert Rivera (Ciudadanos) en realidad forma parte de un tinglado político-financiero que abarca desde el popular Eduardo Zaplana (antiguo Presidente de la Generalitat) hasta lo más granado de las multinacionales españolas. La finalidad de todo esta amalgama no era otra que quebrar a...Unión, Progreso y Democracia, el partido del color magenta liderado por Rosa Díez, dado el peligro que supone su existencia a todo el compadreo de poder patrio. Vaya por Dios.

Confieso que creí estar en presencia de una broma o de un artículo de humor, pero nada más lejos de la realidad. El artículo formaba parte de una serie de reflexiones y opiniones, obra todas ellas de un mismo autor, responsable de un Blog muy interesante si desean distraerse un rato. Pero nada más. Si realmente el autor y quienes lo auspician se creen las barbaridades que afirman, les auguro un grave problema de percepción de la realidad.

Tiempo atrás, cuando el foco de la atención de los medios de información centraban su interés en los cuadros dirigentes de U.P. y D., en particular a su portavoz Rosa Díez, por medio de entrevistas en radio y televisión, artículos de opinión, y demás formas de participar en las plataformas periodísticas, NADA de lo que afirmado en los artículos que he citado, era objeto de comentario por parte de los responsables de la formación magenta. Sólo cuando Ciudadanos ha irrumpido en el escenario político nacional, desplazando la ‘exclusiva’ de ‘partido-bisagra’ frente a los dos grandes bloques (Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español), los acólitos de Rosa Díaz han sacado las uñas, y de una forma que a mi juicio, más que favorecer les está perjudicando muy mucho.

En lugar de abrir espacios para el entendimiento en aquellas áreas que UPyD se ha caracterizado (transparencia en la gestión de los recursos públicos y alejar del dominio de los partidos políticos el funcionamiento de los órganos constitucionales), y que las formaciones políticas de nuevo cuño como Ciudadanos parecen querer completar; la dirección magenta articula un discurso plagado de excusas y se sitúa en una posición de víctima frente a no se sabe bien qué. A mi juicio se trata de una postura que sólo aboca al estancamiento electoral, circunstancia que así se refleja en multitud de encuestas electorales, aunque la verdadera decisión siempre recae en los ciudadanos y en el resultado final de los distintos procesos electores a los que nos vemos convocados durante todo este año 2015.

Los adalides de la denuncia de los desmanes cometidos por el  ‘bipartidismo’, o de la más reciente denominación coleteril: la ‘casta’, resulta que tampoco son la novedad personificada. Rosa Díez formó parte del Gobierno Vasco presidido por José María Ardanza, allá por la década de los 90 como consejera de Turismo y Consumo como representante del socialismo vasco, en la época en la que Partido Socialista de Euzkadi y el Partido Nacionalista Vasco gobernaron en coalición. De igual forma, la líder de UPyD concurrió como número uno al Parlamento Europeo por el P.S.O.E. en las elecciones de 1999, e incluso intentó se candidata a Lehendakari en las elecciones autonómicas vascas de 1998, disputando el puesto a Nicolás Redondo Terreros, en un proceso de primarias dentro del socialismo vasco, puesto que no consiguió y como último intento, hasta promovió opción a la Secretaria General del PSOE en julio de 2000, siendo derrotada por un tal José Luis Rodríguez Zapatero.

Entiendo que la Señora Diez ponga de vuelta y media al bipartidismo del ‘PPSOE’; habiendo formado parte del mismo durante tantos años, se lo conoce como la palma de su mano. Y la novedad que dice representar....desde los años 90 hasta ahora bien que ha llovido en su dilatada y amplia carrera política. Una verdadera integrante de la ‘casta’ que va intenta simular ser el adalid de los ‘anti-casta’.

Resulta contradictorio que la formación que desde el 2007 más ha construido un discurso crítico frente a populares y socialistas, se vea superada por siglas de nuevo cuño que enarbolan una bandera reivindicativa muy parecida a la magenta, y me refiero concretamente a Ciudadanos. O bien desde UPyD analizan detenidamente la actual sensación de marasmo y estancamiento que las encuestas electorales parecen otorgar sobre sus candidatos (ojo hablamos de encuestas y no de resultados), reforzando el contenido de su discurso sin temor a sumar esfuerzos con Ciudadanos, o se deja caer por la pendiente del victimismo y el cerrazón, conductas ambas muy propias de la casta o del bipartidismo que tanto dicen rechazar. Y el tiempo se les está acabando.