Santiago Beltrán. Abogado.
Entre la casta y la madre de todas las castas, ¿qué vamos a elegir?. Entre la casta actual que nos aplica el totalitarismo democrático, el del ordenamiento jurídico hecho a la carta para que el bipartidismo sea la única alternativa posible, y la madre de todas las castas que nos anuncia su llegada inmediata, el totalitarismo absoluto, el pensamiento único y la destrucción del marco legislativo presente, la decisión es ciertamente complicada. Es como decidir entre la cicuta y el pelotón de fusilamiento. El primero te mata poco a poco y nos dejas de tomarlo a pesar de saber que te lleva a la fosa común, y el segundo, es directo, contundente, definitivo, exterminador.
Me comentaba un amigo, ex votante conservador, harto e indignado como muchos, por las políticas ultra socialdemócratas que nos gobiernan hoy en día, que frente a la izquierda radical que llega, no cabe más opción que volver a los orígenes y votar el establishment actual, el de siempre, el que suavemente nos mata, y dulcemente nos amordaza, pero que nos permite resistir al menos con un plato diario de menudencias. Que los de Podéis, como les denomina acertadamente el ex CCOO José María Fidalgo, vienen para darnos el abrazo del oso, a prestarnos el abrigo de sus mentiras y añagazas, fuera del cual solo hay un invierno polar incompatible con la vida.
Tiene razón mi amigo, pero solo en la mitad de su razonamiento. O al menos así me lo parece. Haber sufrido tanto tiempo a unos dirigentes tan incompetentes, corruptos y embaucadores, que llaman democracia a una forma sibilina de aparentar que elegimos a nuestros gobernantes, nos debería enseñar una gran lección, que precisamente no es acabar con ellos destruyendo el sistema, sino más bien, conservarlo desde la reforma y la regeneración, haciéndoles pagar, mientras tanto, todas sus culpas, como parece que va sucediendo, aunque con cuentagotas.
Lo de Podéis es para pensarlo una sola vez, si lo tienes claro a la primera, o un millón de veces si estás muy indignado, o incluso cabreado hasta decir basta. Pero votarles y darles oportunidad de gobierno a los que han convertido la Facultad de Políticas en la Complutense, en un bunker de corte nacionalsocialista, donde la libertad solo es una entelequia y el sometimiento a las fuerzas dirigentes (léase profesorado izquierdista) la única realidad contemplada, es como hacerte una traqueotomía porque te duele la garganta al tragar, por un simple resfriado.
Mucho cuidado con los inventos, que casi siempre nos han explotado en las manos, y luego no valdrá arrepentirse. Como alguien dijo hace poco, los de Pueden han servido para espabilar conciencias y que los partidos tradicionales se pongan las pilas, pero no los encumbremos porque sitio para más casta no queda mucha, y como estos tomen el cielo por asalto, no les baja ni Dios, y que quede claro que la corte celestial son ellos 3 (Iglesias, Monedero y Errejón) y cuarenta más. Si por castigar a los malos de ahora les damos a estos la contraseña de la apertura de Sésamo, el tesoro se lo quedan para ellos enterito, y al resto, ni las migajas, porque para ellos los demás somos los jodidos capitalistas.