Susana Ros. Diputada socialista por Castellón en el Congreso.
El PSOE ha hecho público este fin de semana su propuesta de una nueva y progresiva Reforma Fiscal que deja en paz a los que pagan siempre y obliga a pagar a lo que no pagan o pagan menos de lo que deben.
Lo primero que hizo el Gobierno de Rajoy, nada más llegar, fue subir los impuestos a las rentas del trabajo y a la clase media: IRPF, IVA…..Luego siguieron los recortes generalizados y los copagos para los sectores económicamente más débiles de la población. Y, junto a todo ello una vergonzosa Amnistía Fiscal para los grandes defraudadores.
¿Es necesario otra fiscalidad? Sí. Otra fiscalidad para combatir el fraude. Una ingeniería fiscal para que todos los contribuyentes paguen los impuestos que le corresponden. Unificar en un único impuesto (IRPF) la tributación de la renta y el patrimonio.
Otra fiscalidad para que paguen más las grandes fortunas y que su capacidad económica quede reflejada en el IRPF a la hora de recibir ayudas. Que paguen lo mismo las rentas de trabajo y las del capital igualando los tipos impositivos de ambos.
Otra fiscalidad para suprimir las actuales exenciones del IVA a las actividades de sanidad y educación privadas no concertadas. Para bajar los tipos impositivos del IVA a la cultura y de productos higiénicos básicos.
Otra fiscalidad para impulsar la retirada de licencias bancarias a entidades que favorezcan fraude o no colaboren con autoridades tributarias. Para que las SICAV paseen a estar controladas por la Agencia Tributaria. Para revisar las deducciones fiscales regresivas del IRPF.
Otra fiscalidad para incrementar la progresividad en el impuesto de sociedades. Aumentar la contribución del sector financiero a la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Otra fiscalidad para que en todas las Comunidades Autonómicas se pague un mínimo homogéneo del impuesto de sucesiones y donaciones.
Hay otra política posible para salir de verdad de la crisis, con otras medidas más justas y efectivas. El principal objetivo es que España aumente notablemente sus ingresos, sin subir los tipos impositivos a los trabajadores asalariados.
Es necesario que España disponga de los ingresos que precisa para financiar los servicios esenciales, la cohesión social y el crecimiento de la economía para generar empleo. Que cada ciudadan@ y empresa contribuyan de forma proporcionada y justa en función de sus ingresos y su riqueza. Tod@s no somos iguales.
