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lunes, 25 de noviembre de 2024 | Última actualización: 23:18

¿Responsable? Pública

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Antonia García Valls. Portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de la Vall d'Uixó.

Lo primero que debería exigirse a los representantes públicos es la vocación de servicio público. Algo que parece obvio, pero la realidad se encarga de mostrarnos que no siempre se presupone esta vocación.

Vocación que debería ser la que guiara las decisiones políticas en el ámbito público. Para ello, los representantes públicos debemos creer y defender los servicios públicos como garantes de la igualdad de oportunidades de la ciudadanía.

Ello también implica la defensa y apuesta por el interés general por encima del interés particular. Defensa y apuesta por el interés general que no existe cuando hablamos de casos de corrupción.

Esto es lo que debería ser y en lo que debería consistir el trabajo de las y los polític@s, de las y los representantes públicos.

Pero, cuando de manera reiterada, una ¿responsable? pública habla con desprecio manifiesto de los servicios públicos, de los funcionarios públicos y de la administración pública, vamos por muy mal camino. Y resulta “curioso”, por llamarlo de una manera suave, que a esa misma ¿responsable? pública sólo se le conocen sueldos públicos.

Alguna responsabilidad tendrá en todo ese “desastre” (así es como califica la administración pública). De todos modos, seguramente, para amarrar ese sueldo público es capaz de justificar comportamientos nefastos para la administración pública, como por ejemplo los realizados por los imputados y condenados de su propio partido que han saqueado las arcas públicas hasta colocarnos al borde del abismo y que están haciendo pagar a las personas más vulnerables de la sociedad sus despilfarros en fiestas y fastos.

Y esa ¿responsable? pública, alta representante en nuestra provincia, que tan mal habla de los servicios públicos, cuando adjudica la gestión de un servicio público a una empresa privada, debería cerciorarse de que va a hacerlo mejor que el gestionar ese servicio desde lo público. Pero quizás eso es lo que menos le importa. Lo que menos le importó cuando adjudicó la recogida de residuos y la limpieza viaria en la Vall d’Uixó a una empresa privada que, desde el minuto cero está incumpliendo el pliego de condiciones y generando problemas al municipio y a sus habitantes.

Seguramente la ultraliberal ¿responsable? pública le parecerá bien porque para ella la empresa privada está para ganar dinero, aún a costa de lo público…

Esa mentalidad thatcheriana le hará considerar más los intereses empresariales que los intereses generales….