Vicente Aparici. Senador del PP por Castellón y portavoz de Medioambiente del GPP.
Las inundaciones son, probablemente, el desastre natural con más impacto sobre vidas y bienes en el mundo. A modo de ejemplo, entre 1998 y 2004, Europa sufrió más de 100 inundaciones graves, incluyendo los catastróficos desbordamientos de los ríos Danubio y Elba en el verano de 2002. Las grandes inundaciones en 2005, que afectaron a un importante número de países de forma simultánea pusieron aún más de manifiesto la necesidad de una acción común coordinada por todos los países. Desde 1998 las inundaciones en Europa han causado unas 700 muertes, el desplazamiento de aproximadamente medio millón de personas y al menos 25 mil millones de euros en pérdidas económicas cubiertas por seguros.
Las inundaciones son fenómenos naturales, que hay que gestionar través de las medidas más adecuadas, para reducir y mitigar sus impactos en lo que sea posible.
En España los daños por inundaciones son muy importantes, solo a modo de ejemplo, cabe destacar que en el período 1995-2011 fallecieron 289 personas por esta causa, a lo que hay que unir por ejemplo, los daños a bienes asegurados, que rondan cada año los 150 millones de euros y que sufraga el Consorcio de Compensación de Seguros y los daños agrícolas, que por ejemplo en el año 2012 y que ascendieron, en zonas aseguradas, a más de 20 millones de euros compensados por Agroseguro. Estas cifras en general tienen a aumentar año tras año, por múltiples razones, entre otras probablemente, los efectos del cambio climático.
Fruto de estos daños recurrentes, España es un referente a nivel mundial en la gestión de este riesgo natural, teniendo una gran experiencia en su gestión, de forma que muchas empresas consultoras españolas están exportando la experiencia española al resto del mundo.
Si bien la legislación española trata el tema de las inundaciones desde hace muchos años, en estos momentos se está trabajando para implantar en España una Directiva Europea específica para la gestión de los riesgos de inundación, que se compone de tres elementos básicos:
1. Evaluación preliminar del riesgo de inundación, que consiste en seleccionar las zonas de mayor riesgo de inundación conocidas como Áreas de riesgo potencial significativo de inundación. En esta fase ya se han seleccionado aproximadamente 9.500 km de cauces con alto riesgo de inundación.
2. Elaboración de mapas de peligrosidad y riesgo de inundación, en las áreas de riesgo potencial identificadas en el punto anterior. En estos momentos se está trabajando notablemente en este aspecto, estando ya publicados en Internet los mapas de las zonas inundables en una parte significativa del país, y estando previsto que a finales de este año se publiquen los de la mayor parte de las zonas de mayor riesgo.
3. Elaboración de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación, que deben estar elaborados a finales de 2015, y que recogerán las medidas a tomar para disminuir los riesgos de inundación de forma coordinada entre todas las administraciones.
En este sentido, gran parte de las medidas que se incluirán en estos Planes ya están en ejecución en España, tal y como se ha podido comprobar en estos recientes episodios de inundación