Vicente Martínez. Alcalde de Xilxes y presidente de la Comisión de Turismo del Partido Popular de la provincia de Castellón.
Empezó, creo recordar, el President Alberto Fabra con la propuesta de reducción de número de diputados autonómicos. Siguió él mismo con otra: la elección directa de un tercio de esos mismos diputados. Hizo lo mimo el Presidente de la Diputación de Castellón, Javier Moliner, proponiendo una tercera urna en las elecciones para elegir a los Diputados Provinciales y ha seguido el Presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, proponiendo la elección directa de los alcaldes, que lo sea el más votado. Todas ellas propuestas de cambios de sistema, y aspirando a la regeneración de la función política. La respuesta de la izquierda política ha sido casi unánime en todos los casos: NO.
Por distintos motivos (escasamente argumentados y poco consistentes) se han opuesto a las medidas. Que si el PP lo hace porque le conviene ahora, que si se busca aniquilar a las opciones minoritarias, que si son propuestas demagógicas… En fin, argumentos muy débiles pero en definitiva, de oposición frontal. Argumentos que han predicado pero no aplicado. Decía una amiga el otro día que en la elección de Secretario General el PSOE sí ha seguido el sistema que propone Rajoy. Los que han resultado segundos y terceros de los candidatos sumaban más votos que el que resultó ganador, pero ni se plantearon que se unieran estos dos. Dieron por ganador directo al primero. En definitiva: Consejos vendo que para mí no tengo.
Me vienen a la cabeza muchas preguntas cuando intento explicarme el fondo de esa oposición, porque los argumentos que he escuchado directamente no me los creo y por una razón básica: si con el actual sistema el PP está copando la gran mayoría de gobiernos municipales, autonómicos y el nacional con mayoría absoluta ¿Cómo es posible que sea el PP quien plantea cambiarlo y quienes no vienen siendo beneficiados con los resultados se opongan?
Sólo se me ocurre una triste razón: a los actuales portavoces de la izquierda política no les importa el objetivo de la regeneración política tal vez porque creen que a ellos no les hace falta. Otra vez, si es eso lo que les guía, se equivocan, y otra vez en perjuicio de la calidad democrática del sistema español.
