Luis Andrés Cisneros. Coordinado Medios de Comunicación Vox Castellón.
La Historia Universal está plaga de casos, algunos más ciertos que otros, de enormes sacrificios realizados por los seres humanos. La mayoría de ellos se hacían para contentar a una deidad, en señal de homenaje o expiación.
En todas las culturas antiguas se hacían sacrificios, en la celta, en la escandinava, en la cartaginesa, en la romana y en sinfín de ellas.
En la Biblia, aparece uno de los sacrificios más conocidos, cuando Abraham ofreció a Dios, a su hijo Isaac, aunque en el último momento el Señor, detuvo el sacrificio.
Bueno, pues ahora, en pleno siglo XXI, se ha producido una autoinmolación que supera, en mucho a cualquier sacrificio conocido hasta ahora en la Historia de la Humanidad. Y, además, este hecho insólito ha ocurrido en España, más concretamente en Cataluña donde ya lo estarán incluyendo en los libros de su Historia.
En un gesto de sacrificio épico y sin precedentes en los anales de la historia, el Sr. Más, expresidente de la Generalidad de Cataluña y para dar ejemplo a todos los habitantes de esa región española, ha presentado su dimisión irrevocable como componente de Parlamento de Cataluña.
Tengamos en cuenta que éste héroe del altruismo, renuncia a unos ingresos anuales brutos de unos 37.300 Euros, o algo así como 3.100 Euros al mes. Se me saltan las lágrimas al ver la capacidad de sacrificio y la altura de miras de este político que tanto ha luchado por la aniquilación de España.
Su sacrificio ya roza lo sublime cuando, por la renuncia a su escaño, va a recibir 115.224 Euros anuales, con su condición de ex presidente de la Generalidad Catalana, hasta que cumpla los 65 años (¡pobre!, le faltan 5 años).
Una vez le llegue su jubilación, recibirá una pensión vitalicia de más de 86.000 Euros anuales. Es decir, unos emolumentos similares a los que los sindicatos y los partidos políticos esperan conseguir para los trabajadores de este país allá por el siglo XXX. No le extrañe, a partir de este momento encontrarse con este 'pensionista' en cualquier excursión del Imserso, descansando en un hotel de Benidorm y deleitándose bailando la canción de Los Pajaritos, con María Jesús y su acordeón.
Pero, no contento con este, ya de por sí inaudito sacrificio, podrá contar para que su jubilación sea llevadera de lo siguiente; ‘coche oficial probablemente un Ford Fiesta de segunda mano, chófer, tres personas a su servicio y una dotación presupuestaria para gastos de carácter social (o sea para lo que quiera) o de alquiler de inmuebles’.
También se verá obligado, muy a su pesar, a disfrutar de una oficina privada ubicada en un céntrico palacete del Paseo de Gracia en Barcelona. Es decir, su situación va a ser muy similar a la del jubilado promedio español. Aunque es posible, que en un gesto altruista y de entrega a sus conciudadanos, pueda renunciar a la tarjeta gratuita del bono-bus. Hay que pensar en los demás.
Con esas condiciones yo renunciaría al escaño y hasta al descuento de Carrefour para mayores de 65 años. Quiero convertirme en otro Araham del siglo XXI.
Pero no se preocupen ningún partido, ninguno del arco parlamentario de nuestro país hace nada para cambiar esto. No les interesa, hoy por ti, mañana por mí. Como aquel chiste de ese gobierno que destina gran parte de sus recursos a la mejora de las cárceles en detrimento de las mejoras en las escuelas, y le preguntan al Presidente por la razón de esa discriminación, a lo que el susodicho responde: “A la escuela nunca volveremos, pero a la cárcel es posible”