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domingo, 24 de noviembre de 2024 | Última actualización: 21:28

Los mosquitos siguen picando

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Ximo Llopis. Alcalde de La Llosa.

En la Generalitat Valenciana siguen con el reparto de cargos. Y mientras tanto los mosquitos siguen picando. En La Llosa ya hemos gastado 6.000 euros para combatirlos. Toda la campaña de fumigación nos costará 18.000 euros más. Y 24.000 euros es mucho, muchísimo dinero para un municipio con menos de 1.000 habitantes. Hasta la fecha tan sólo hemos recibido apoyo de la Diputación de Castellón que, sin ser competente, es la única administración que nos ha ayudado económicamente.

Hasta la fecha nadie de la Conselleria de Agricultura o del área de Medio Ambiente se ha puesto en contacto con nosotros para solventar el problema.

Cuando escuchamos a los dirigentes del PSOE y Compromís decir que quieren eliminar las diputaciones no podemos sino preocuparnos. Las diputaciones son la única administración que está cerca de los pequeños municipios como La Llosa. De la Generalitat y de la nueva administración autonómica nadie sabe nada para solucionar los problemas del día a día.

Los que reciben las picaduras piden explicaciones en el Ayuntamiento. Y el Ayuntamiento, desde hace varios meses está actuando con sus medios y posibilidades. Confiemos en que alguien, en Valencia, en los despachos de la Generalitat, lea esto, o veranee en cualquier pueblo de la provincia de Castellón. Quizá si sufren las picaduras en carne propia comiencen a plantearse una solución integral. Los pueblos de la Plana Baixa, con la colaboración de la Diputación, sin distinción de color político, nos hemos reunido y hemos tratado de coordinar actuaciones, pero por iniciativa propia, sin que nadie de la Generalitat nos haya escuchado ni atendido.

Este año ya han hecho tarde. Al menos les pedimos que paguen lo que les compete y que no obliguen a gastar dinero a los ayuntamientos. Si comienzan a gobernar les pedimos que cedan las competencias a la Diputación que, al menos, nos escucha y se preocupa. Los mosquitos no conocen las fronteras mientras vuelan y pican.