Ante la ausencia de la ordenanza que regule el uso del parking, los caravanistas tienen estancia limitada a dos días
El Parking de Caravanas de Castellón cuenta ya con una Oficina de Información Turística propia, instalada en la explanada, y dependiente del Planetario de Castellón. El Ayuntamiento todavía no ha regulado cómo establecer una concesión que controle y regule el parking, por eso, el estacionamiento y sus servicios son gratuitos, aunque desde la oficina se informa a los usuarios que solo pueden estacionar allí durante dos días.
Esperanza Molina/Castellón Información
Fue uno de los proyectos estrella del Ayuntamiento de Castellón tras las elecciones del 2015, el parking de Caravanas, para regular el estacionamiento de este tipo de vehículos que llevan la casa a cuestas, y fomentar otro tipo de turismo en Castellón.
El Parking de Caravanas sigue sin un sistema de concesión que regule su uso, que establezca quien debe controlarlo o quien debe facilitar los servicios que se prestan, pero ya tiene una Oficina de Información Turística para sus usuarios.
El habitáculo de la Oficina de Información Turística depende del Planetario, ya que no hay otro tipo de instalaciones cerca para que ‘los informadores’ puedan tener acceso también a otro tipo de servicios.
Una persona permanece durante las mañanas dentro de ella para informar a los usuarios, repartir folletos de la ciudad, y fomentar una imagen de proximidad de la ciudad.
Esta persona es la encargada de indicar también a los usuarios, que solo pueden estacionar en el parking durante dos días. Y desde allí se observa una realidad que no tiene nada que ver con el boom de ocupación que, según el equipo de Gobierno, provocó incluso que se tuviera que aumentar la capacidad del parking.
Tampoco parece tan cierto que, como indicó en su día la concejal Patricia Puerta, los caravanistas se dejen al año más de dos millones de euros en Castellón.
Lo cierto es, que el gran éxito de Castellón para los amantes de este tipo de turismo, consistía en la posibilidad de estacionar en el paso marítimo junto a la Playa del Pinar. No podía ser mas paradisiaco que lo que la capital de la Plana comenzó a ofrecerles en su momento… aparcaban en el paseo, montaban tiendas y mesan sobre los jardines, y tenían vista directa a las dunas y el mar…
El problema fue cuando se multiplicaron las caravanas por el efecto llamada, y el paseo entero se llenó de estos vehículos. Protestaron los vecinos, protestaron los campings y hosteleros de la provincia… y el Ayuntamiento tuvo que tomar cartas en el asunto.
Conclusión, prohibición de estacionar (que ya estaba aunque no se cumplía), multas, y derivación de las autocaravanas al parking.
Ahora, el equipo de Gobierno además de los servicios mínimos del parking también proporciona información.