Begoña Carrasco García. Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón.
Malos tiempos para las personas. Y no por el coronavirus, que también, sino por el sistemático recorte de derechos y servicios que desde la Generalitat Valenciana, con el beneplácito del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Castellón se está llevando a cabo. El último, otro más, será el cierre del centro de acogida de menores de Penyeta Roja a partir del día 1 de abril. Menos instalaciones y peores servicios para un segmento de la población muy vulnerable y que requiere de la máxima sensibilidad.
El lunes, el Partido Popular dábamos la voz de alarma. Supondrá el despido de 10 trabajadores, además de otros muchos puestos de trabajo indirectos (cocineras, limpiadores, enfermera…). Como consecuencia los menores que allí hay acogidos, de 0 a 12 años, deberán ser realojados en el Centro Verge de Lledó, un recinto que no cumple con las condiciones adecuadas. Compartirán techo con los denominados MENA (menores extranjeros no acompañados) con otra problemática totalmente diferente.
Los que venían a salvar a las personas, siguen arrasando con el sistema. Es lo que tiene gestionar el área con la calculadora en una mano y la tijera en la otra. Primero dejaron cerrar la guardería infantil San Vicente Ferrer para niños de familias en riesgo de exclusión; luego la Casa Cuna para madres sin recursos; y ahora Penyeta Roja. Adiós a 30 años de encomiable labor. De un plumazo, los gobiernos de izquierda, los que presumen de trabajar por las personas, han arrasado con la magnífica labor que se desempeñaba la institución. Ver para creer. Y desde luego, Amparo Marco, la alcaldesa de Castellón, no puede mirar hacia otro lado ante el desmantelamiento que se está dando en la capital de la Plana. Otro des-Amparo.
No vamos a quedarnos de brazos cruzados. Exigimos que se revierta esta situación y se planteen alternativas a estos recortes en la ciudad de Castellón. Existen soluciones. Es intolerable que la consellera Oltra lleve acumulados 20 millones de euros de recortes en política de menores, especialmente en materia de impagos a centros. Su gestión caótica deja en la provincia 542 menores en situación de des-Amparo. Desde que se puso en marcha aquel Plan de Acogimiento Residencial y Familiar, hace 2 años, hay 115 menores más en situación de vulnerabilidad en la provincia de Castellón. Además, la fórmula de acogimiento familiar por la que abogaba Oltra y que debería ser una prioridad ha resultado ser una fórmula fracasada porque hemos sabido que en la provincia ha caído un 12 por ciento. No al cierre de Penyeta Roja. No al des-Amparo de menores en Castellón.