Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Con casi cuatro años de retraso, Solbes “ha confesado uno de sus pecados”.
La publicación de su libro ‘Recuerdos de 40 años de servicios Públicos’, para mí, el único valor que tiene es ese.
Y yo me pregunto el ¿por qué o el para qué?
Quizás quiere demostrarnos a los españoles que tiene remordimientos de conciencia, pero yo le contestaría que “a buenas horas mangas verdes”.
¿Quiere salvar su imagen de economista de prestigio en Europa, de la que llegó a ser Comisario de Economía, a cambio de fotografiarse como el más indigno de los Ministros de Economía que ha tenido nunca España?
¿Pretende descargar todas las responsabilidades sobre un Zapatero tan inepto en temas económicos, como en todos los imprescindibles para ser Presidente del Gobierno?
Por más que trato de entenderle, me resulta imposible.
En decisiones macroeconómicas o de economía normal, todos los que hemos decidido o decidimos a diario, tenemos el derecho a equivocarnos.
Lo verdaderamente indigno e inaceptable es lo hizo Solbes en 2008 y ahora confiesa., que le va a descalificar absolutamente a ojos de toda la sociedad inteligente.
Uno no puede redactar un Informe exhaustivo para su Presidente de Gobierno, siendo Ministro de Economía, indicándole que lleva un ritmo muy equivocado, con el derroche a manos llenas con unos objetivos populistas irracionales, y previniéndole de la difícil situación que se avecinaba, y al mismo tiempo convertirse en el portavoz de Economía del PSOE y del Gobierno en el debate electoral frente a Pizarro en 2008, para defender todo lo contrario de lo que según él pensaba, y tenía perfectamente detectado.
Si tan seguro estaba de lo que contenía su Informe, lo inmediato hubiera sido renunciar a debatir con su oponente adoptando posturas impuestas por su Presidente de Gobierno, en las que no creía.
O mejor aún DIMITIR.
Pero en el diccionario socialista, ese verbo se eliminó después de haberlo usado el manisero Antonio Asunción, ya que Zapatero no dimitió, sino que le dimitieron las autoridades europeas por su evidente estupidez y torpeza para enderezar el ritmo de la economía española.
Esa persistente obstinación en negar la evidencia ya la conocía y la sufría Solbes desde tres años antes de irse Zapatero, pero no puso nada de su parte para evitar que el tren de la economía española acabara descarrilando en 2011, y tuvieran que sustituir al maquinista, por “otro que tal” (Rubalcaba) exactamente igual de incompetente en materias económicas, pero mucho más cínico y peligroso para el Estado.
Una semana después de la presentación del libro de Solbes, sale Zapatero a la palestra en la presentación de su propio libro, para decir que no recuerda el mencionado informe, ni cree que le llegara nunca.
Vamos, que en un ataque de AMNESIA CONSCIENTE, niega la mayor tratando de mentiroso de una manera subliminal, a su ex Ministro.
¡Vaya par (o trío) de Padres de la Patria!
¿A quién creemos?
Personalmente tengo que creer a Solbes, en primer lugar porque es quien más arriesga y pierde con su ‘Yo pecador’, y en segundo porque de los otros dos no me fío lo mas mínimo, porque como diría mi padre:
“Esos aún no han abierto el bote de sus ‘verdades’ ya que lo tienen precintado,
Y el de sus ‘mentiras’ ya lo han vaciado”
Pero aún así, no por confesar su falta, tengo que olvidar el daño que le ha hecho Solbes a España con su servilismo inconsciente a un Zapatero, que le había encumbrado en su Gobierno.
En este caso, el principio militar de la “obediencia debida a los superiores” no tenía cabida, porque Zapatero por muchas escaleras que coja para ponerse en lo mas alto de su entorno, nunca conseguiría intelectualmente, moral ni políticamente llegarle a la suela de su zapato a Pizarro ni al mismo Solbes.
Pero de eso también habría que pedirle quizás cuentas a Rajoy, que ya nunca más le dio a su portavoz de Economía el relieve que debió darle precisamente por defender sus verdades y evidencias con la fe con las que las defendió en su debate.
Las actitudes de Televisión Española en aquel momento, magnificando las excelencias del discurso de Solbes y el “pesimismo catastrofista” de Pizarro, vienen a ser otra prueba evidente de lo innecesario y pernicioso de las Televisiones Públicas al servicio del poder establecido, cuando nos cuestan miles de millones, para desinformar y cambiar las realidades mas evidentes.
¿Entienden ahora mejor, mi voto a favor del cierre de Canal 9?
Si sus profesionales no saben, no quieren o no pueden ser independientes en el ejercicio de su profesión, mejor cerrarlas que cargar con sus pérdidas, nuestros impuestos.
No sé si a Pizarro “le dejaron ir” sin insistirle en quedarse, o se fue de motu propio, pero lo cierto es que el tiempo y el mismo Solbes se han encargado de demostrarnos que fue el único en advertirnos certeramente de lo que se avecinaba.
Pero los españoles, desde el primer político al último ciudadano, preferimos vivir en el ‘mundo de yuppi’ a aceptar la menor renuncia a derechos concedidos e insoportables, y de eso se aprovechó entonces Zapatero llevándonos a la ruina, y se esfuerza ahora en hacerlo Rubalcaba consciente de que si consigue perturbar la pacifica convivencia ciudadana, y sabe usar a las fuerzas sindicalistas de UGT y CCOO para caldear el ambiente tendrá mucho ganado en su pretendido ‘frentepopulismo’.
Él no supo aportar soluciones en su largo año de Gobierno, pero sin embargo ahora cuando habla, parece tener la ‘piedra filosofal’, la solución a todos los problemas que aquejan a España:
¿Por qué no los puso en juego, durante su labor de Gobierno como responsable?
Sencillamente, porque es tan INCAPAZ E INSENSATO como su predecesor, pero su ignorancia, es tan soberbia como atrevida, y eso ya lo han detectado los españoles que en las encuestas sobre intención de voto, le niegan sistemáticamente el pan y la sal, restando soporte electoral a un PSOE cada día mas hundido.