El proyecto será desarrollado por Facsa, contempla 5 actuaciones principales desde la monitorización del acuífero hasta la elaboración de un Plan de saneamiento
El pasado 30 de noviembre se aprobaba el Plan de Emergencia contra la Sequía. Un proyecto iniciado en la anterior legislatura que había salido a exposición pública en julio de 2021.
El Plan se aprobó por unanimidad, y como ya se dijo durante el debate, resultaba fundamental para que Castellón pudiera concurrir a la adjudicación de fondos europeos mediante un Perte, para poder introducir un sistema de digitalización y uso del agua. Todo ello, enfocado a un óptimo aprovechamiento.
Esta mañana, la Junta de Gobierno Local, que se ha reunido de forma extraordinaria, daba luz verde para que la ciudad pudiera presentar su proyecto a la oferta de fondos europeos en una apuesta por la digitalización del ciclo del agua para ser más sostenible.
Tal como ha informado el equipo de gobierno, El Ayuntamiento de Castellón solicita a Europa una financiación de 7.422.659,29 euros para la aplicación del proyecto de Digitalización del uso urbano del agua. Una acción que se llevará a cabo de la mano de la empresa concesionaria del proyecto, Facsa concurriendo a los fondos del PERTE del agua.
La alcaldesa, Begoña Carrasco, ha destacado que “esta actuación forma parte de la apuesta del actual gobierno por ser más sostenibles. Sabemos que el agua es un recurso necesario y finito, de modo que es nuestra responsabilidad establecer mecanismos que garanticen una gestión más eficaz”.
El proyecto de Digitalización del uso urbano del agua contempla una renovación tecnológica y la digitalización del ciclo integral hídrico en Castellón. Esto significa, que se establecerán, no solo mecanismos de control de los usos del agua en la ciudad, sino que este sistema informatizado también permitirá anticiparse y poder pronosticar las tendencias de usos de agua, las necesidades o los recursos disponibles.
El Perte de Castellón contempla cinco actuaciones: monitorizar el sector central del acuífero desde donde se nutre el abastecimiento de la ciudad, así como la sensorización de las instalaciones de captación de agua potable, el control de los puntos de vertidos de aguas residuales y, gracias a éste, se elaborará un Plan Integral de gestión del sistema de saneamiento. También se monitorizará la estación depuradora de aguas residuales y se creará una plataforma de gestión del ciclo urbano del agua de la ciudad.
La empresa Facsa, que gestiona el suministro del agua en Castellón tiene una amplia experiencia en el estudio de la gestión del agua y su ciclo integral. Será por ello, la entidad encargada de aplicar el Perte, para optimizar el uso del agua en Castellón.
El plan de Emergencia contra la Sequía
Cabe recordar, los datos que se incluyeron en el Plan de Emergencia contra la Sequía, que ahora han permitido al ayuntamiento poder optar a estos fondos europeos.
Aquel Plan original analizaba los puntos de suministro de agua potable de la ciudad, que entonces contaba con 12 puntos de captación y 7 depósitos. Además, también introducía los otros puntos de obtención de agua de menor calidad, no apta para el consumo doméstico, y regenerada (procedente de la Depuradora), para ser reutilizada para el riego, baldeo o para la agricultura.
Aquel Plan contemplaba 4 escenarios posibles, que estarían condicionados por una serie de indicadores: los valores relacionados con las lluvias y el abastecimiento natural de agua; la situación de los acuíferos, y el agua acumulada en los embalses, como puntos de referencia.
Situación de Normalidad
En este escenario, los indicadores no muestran la existencia de escasez de agua y, por tanto, no se contemplan medidas coyunturales.
Ahora bien, sí que entiende que se deben adoptar medidas enfocadas a concienciar y educar a la población para que el uso del agua potable responda a unos principios de prevención y de responsabilidad.
Situación de Prealerta
En este escenario, se entiende que la situación no es grave para el abastecimiento, pero debe tomarse como una señal de prevención porque puede significar el anuncio de una situación futura más comprometedora.
Por ello, en este escenario se proponen medidas preparatorias para retrasar o evitar escenarios más severos.
Las pautas se dirigen fundamentalmente a la concienciación y el ahorro, al tiempo que se intensifica el control y la vigilancia de los recursos y los consumos. En esta etapa, se considera conveniente la publicación y difusión de los indicadores para concienciar a la población.
Situación de Alerta
Cuando se declara la situación de alerta se reconoce que existe riesgo en la atención de las demandas hídricas. El escenario pone de manifiesto la escasez de recursos que, aunque no es grave, si resulta preocupante, sobre todo si se prolonga el periodo de sequía.
Por todo ello, el plan introduce medidas para la conservación, ahorro y movilización de recursos. Comenzarán a adoptarse medidas coyunturales para evitar que se agrave la situación. Eso puede significar, la declaración oficial de Sequía, la reducción de la presión en la red, la penalización de los consumos excesivos, o asegurar la disponibilidad de camiones cisterna para el suministro puntual de clientes sensibles si se corta el abastecimiento.
Situación de Emergencia
Se trata del peor escenario que puede llegar a producirse y pone en evidencia no solo que los recursos hídricos son escasos, sino que pueden ser inexistentes, y por tanto, requieren de medidas extremas y especiales.
En estos casos, no solo se aplicarán las restricciones que ya se hayan aplicado en escenarios anteriores, sino que además se podrán establecer medidas coyunturales y extraordinarias. Estas alternativas incluyen la posibilidad programar cortes horarios en el suministro de agua; el refuerzo de las actuaciones de vigilancia para la conservación y protección del recurso y de los ecosistemas acuáticos.