Susana Ros. Diputada socialista por Castellón en el Congreso.
El sábado, 1 de Febrero, decenas de miles de ciudadan@s se manifestaron en Madrid para decirle alto y claro al PP y a Rajoy NO al anteproyecto de Ley del Aborto. Trenes y autobuses para participar en esta iniciativa ciudadana que partió de dos asociaciones de mujeres de Asturias que querían viajar hasta Madrid para reivindicar sus derechos, y a su simbólico convoy se fueron sumando vagones de otros muchos lugares.
Llegad@s de todos los rincones de España. Numerosas organizaciones de mujeres y entidades de todo el ámbito nacional al grito de "Sí se puede" reclaman al gobierno que escuche y rectifique. Se trata del mayor retroceso en materia de derechos y libertades que ha sufrido España en toda la democracia, y nos devuelve a momentos de nuestra historia que creíamos superados.
La Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntario del embarazo, garantiza a las mujer sus derechos fundamentales en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, regula las condiciones de la interrupción del embarazo y establece las correspondientes obligaciones de los poderes públicos. Vino a reconocer de una manera efectiva el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad, tal y como sucede en la mayoría de los países europeos.
La Ley actual, la ley de plazos en vigor, es legal. Fue fruto de un gran consenso y surgió tras un amplio debate entre los grupos políticos, en el que participaron las asociaciones de mujeres, los profesionales sanitarios y el conjunto de la sociedad.
La reforma que ahora plantea el PP-Rajoy no responde a la demanda de la sociedad española, sino a la de una parte del electorado de derecha más ultraconservador. Intentan imponernos su moral y convertirnos a las mujeres en ciudadanas de segunda, en menores de edad incapaces de tomar por nosotras mismas decisiones fundamentales para nuestras vidas. Pues va a ser que NO.
Si la iniciativa del PP saliera adelante, en España sería prácticamente imposible abortar legalmente, y más del 90% de las mujeres abortaría de forma clandestina o fuera de nuestras fronteras.
Todo esto sucede cuando desde comienzos de 2014 el mes de enero ha sido el más trágico para la violencia de género en la última década. Nuevas víctimas de violencia machista, que no parece preocupar a un gobierno que se declara defensor de la vida y de los derechos de las mujeres.
Las y los socialistas vamos a luchar ‘Por la Libertad y los Derechos de las Mujeres’, como siempre hemos hecho. Y por ello vamos a seguir reclamando el compromiso de toda la sociedad contra la violencia machista, y vamos a exigirle al gobierno que desista de su empeño de sacar adelante una Ley que la mayoría de los ciudadanos rechaza.
Yo subí a ese tren. Yo estuve allí. Sí se puede.
