Antonia García Valls. Portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de la Vall d'Uixó.
La semana pasada conmemoramos el Día Internacional contra la Violencia de Género. Una fecha que supone un toque de atención a la sociedad. Una sociedad que no puede bajar la guardia. El día 25 de noviembre denunciábamos que 45 mujeres habían sido asesinadas por su pareja o ex pareja en lo que llevábamos de año 2013. Hoy son más. El machismo criminal no cesa. Esto quiere decir que vivimos en una sociedad enferma, que no ha curado del todo, por tanto, no hay que obviar este machismo criminal que mata a las mujeres y destroza a las familias.
La Ley Integral contra la Violencia de Género fue un punto de inflexión fundamental en la lucha contra esta lacra social y también quiero hacer un reconocimiento a las asociaciones de mujeres, que fueron las verdaderas impulsoras de ésta.
Pero no podemos quedarnos ahí. No podemos permitir que los recortes selectivos que practica el PP en los presupuestos, incidan directamente en las medidas de lucha contra la violencia de género. Unos recortes que deterioran el itinerario que las mujeres han de seguir para salir de la espiral de la violencia.
Y esta semana hemos celebrado el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA. Y hemos vuelto a denunciar los recortes que los gobiernos del PP, ya sea desde la administración general del estado como de las administraciones autonómicas ha llevado a cabo.
Ha recortado un 75% el presupuesto destinado a la prevención y asistencia. Con lo que, en la práctica, ha supuesto la eliminación casi total de estos programas. Los recortes en sanidad, con los copagos, también inciden en los enfermos de SIDA, con lo que estamos dificultando la vida de estas personas.
Tanto en un caso como en el otro, la sociedad no puede mirar hacia otro lado cuando desde el PP se recorta en atención y asistencia a las personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad: las mujeres que sufren la violencia de género y las personas enfermas de SIDA.
Ponerse el lazo en la solapa está bien; pero si esto va acompañado de una falta de voluntad política y por una falta de recursos para, de verdad, atender a estas personas, resulta de una hipocresía innegable.
Como resulta muy demagógico decir, en estas cuestiones, que “con menos, se puede hacer más”, como hemos tenido oportunidad de escuchar en el pleno municipal de mi ciudad, para justificar, desde el PP, su apoyo a los recortes y después ser capaces de ponerse el lazo.
Pues no; si se recorta indiscriminadamente en estos temas, se eliminan derechos y prestaciones. Se elimina, en definitiva, la esperanza de muchas personas. Se recorta la esperanza.