El Encuentro Internacional del Vino pone en evidencia que distribuidores, sumilleres y bodegueros deben acercar posturas para impulsar el proyecto común de Denominación de Origen de Castellón.
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Tres bodegas han elegido Benlloch para presentar sus nuevos vinos en una cata popular celebrada ayer. Más de 300 personas se convirtieron en el jurado, analizando bajo la dirección del sumiller vinarocense David Buch, la dulzura, acidez, taninos, fruta y cuerpo de estos caldos. Aunque una de las características que más sorprendió a todos los asistentes fue su procedencia.
Los tres son vinos elaborados en bodegas de Castellón. “Pensaría que es de la Rioja si el enólogo no me hubiera dicho que es de aquí”, comentaba uno de los asistentes, con las paredes de su copa aún tintadas de vino. 'Roques Negres', un vino blanco de 2014 de Mollet Vino y Cultura; 'Barranc dels Cirers Selecció', un tinto de 2012 de El Penjadís; y 'Espumoso', de Ildum Vinarius despertaron los sentidos en la última jornada del Encuentro Internacional del Vino de Benlloch, que acaba de cerrar su segunda edición.
El alcalde de Benlloch, Àngel Ribés, se ha mostrado satisfecho por los resultados de este encuentro internacional al que han asistido medio centenar de especialistas de distintos países y que aspira a consolidarse como un referente entre los foros de análisis y debate sobre la viticultura y el desarrollo de proyectos vinculados con el vino. Ribés remarca que una de las conclusiones más importantes que se han puesto en evidencia –por el enólogo Michel Poudou- es la necesidad de fomentar la unión entre los colectivos que promueven la Denominación de Origen de los vinos de Castellón. “Creo que para sacar adelante este proyecto acabamos de dar un paso adelante, al conseguir que en este encuentro se hayan sentado a hablar distribuidores, sumilleres y bodegueros para ir en la misma dirección”, advierte.
Benlloch se ha convertido en el punto de referencia del vino en Castellón durante los últimos días. Ribés reconoce que es difícil hacer una valoración económica del impacto que ha supuesto esta iniciativa pero asegura que todos los comercios del municipio han estado llenos durante todo el fin de semana. “Ahora lo que tenemos que conseguir es que cada día más gente reconozca que tiene algo bueno en su tierra y lo venda”, en referencia a la producción de vino. “Quizás ese sea el principal reto a corto plazo -añade- ser capaces de generar un canal de comercialización y venta directa”.
La Plaça del Mercat fue el punto de encuentro de la última jornada de la Festa de la Verema, ya que acogió la cata popular -en la que también se degustó “Temps” un vino tinto de 2010 de Mas de Rander-, el parque infantil y la 'Fireta de llibres i vins', donde se podían encontrar desde ‘Vitis Vinifera Cataloniae’, de Vicent Palatsí, hasta ‘No dispareu al meteoròleg’, editado por Jordi Maura. La jornada de clausura se completó la comida de 'pa i porta' y la actuación del humorista Eugeni Alemany. En el Auditori Municipal se presentó el proyecto Amazing City.