La actividad pretende sensibilizar a las plantillas sobre la importancia de este aspecto e informar sobre los permisos
Castellón Información
La conciliación de la vida laboral y familiar ha sido objeto de una jornada bajo el título ‘Fomento de la corresponsabilidad’ que ha tenido lugar hoy martes en CEEI Castellón, dirigida a empresas y emprendedores con el triple objetivo de sensibilizar a las plantillas sobre la importancia de este aspecto, informar sobre los permisos de conciliación y fomentar la corresponsabilidad.
Conducida por la jurista Elisa Iniesta, especialista en Auditorías de Igualdad de la empresa Equality Momentum y Máster en Igualdad de Género, la jornada ha incidido en la contribución de la igualdad de oportunidades al desarrollo de nuestra sociedad, y ha analizado aspectos como la diferencia entre los ámbitos público y privado, los roles y estereotipos de género, la conciliación y la corresponsabilidad y los derechos de conciliación.
Iniesta ha incidido en “la importancia de la corresponsabilidad, que va mucho más allá de la conciliación y afecta también a trabajadores y trabajadoras; tradicionalmente se ha vinculado la conciliación a las mujeres y superar eso es indispensable para avanzar en igualdad”. Asimismo, ha subrayado la necesidad de “empezar a valorizar los asuntos del cuidado, que según un estudio de la catedrática M.ª Ángeles Durán, tendrían un impacto de la mitad del PIB español; no tenemos registradas las horas que se dedican a ello porque las hacemos gratuitamente y con aprecio a las personas que queremos, pero el Estado sale ganando mucho con ello”.
Por otra parte, Iniesta ha destacado el escaso uso que se realiza de permisos como el de lactancia: “tanto en las empresas privadas como en las públicas, la proporción de permisos que se piden los varones es insignificante, respecto a la de las mujeres; hay falta de interés y también presión social”. La experta ha hecho hincapié en que la igualdad “debe ser transversal a toda la sociedad”.
Finalmente, Iniesta ha mostrado su preocupación porque “no se está siendo suficientemente exigente por parte de las autoridades en el control de los contenidos que llegan a los más jóvenes desde los medios de comunicación, o desde los propios videojuegos con los que se distraen, porque esos contenidos conllevan valores muchas veces contrarios a la igualdad, contrarios a la coeducación. Y eso tiene consecuencias, porque se dan muchos casos de chicos que controlan el móvil de su pareja, o situaciones de dominación, por no hablar ya de la violencia física, que es especialmente preocupante en parejas jóvenes, porque es una generación a la que teóricamente ya se le está educando en términos de igualdad y de corresponsabilidad”.