La obra ha sido adjudicada por 3,3 millones de euros y contempla la demolición de la mayor parte del edificio y edificación de nueva planta
El Centro de Envejecimiento Activo de Antonio Maura, que se construirá en el solar que ahora ocupa el Centro de Cultura entra en la cuenta atrás. Las obras se han adjudicado por 3,8 millones de euros y con un plazo de ejecución de 18 meses. Contemplan la demolición de gran parte del edificio con excepción de fachadas y la antigua capilla del colegio Consolación
EM/Castellón Información
La Junta de Gobierno Local aprobará el jueves la concesión de las obras de la Casa de la Cultura de Antonio Maura, para transformarla en Centro de Envejecimiento Activo y Saludable.
Se trata de un proyecto de rehabilitación integral, porque prácticamente habrá que demoler todo el interior del inmueble para crear un nuevo edificio de nueva planta. Se respetarán, eso si, las fachadas o la capilla del antiguo colegio Consolación.
Las obras, presupuestadas originalmente en 3,8 millones de euros, serán realizadas por la mercantil Becsa, por un importe superior a los 3,3 millones de euros, lo que supone una baja del 12,05% sobre el precio de licitación. La mercantil propone además una serie de mejoras, como la de incrementar a 2.160 las jornadas competas contratadas con personas con dificultades de acceso al mercado laboral. Así mismo, se compromete a levantar actas notariales por posibles desperfectos que puedan producirse en edificios colindantes, y a la realización de los informes periciales.
Aparte de otras mejoras, en cuanto a la construcción o materiales a utilizar, también apuesta por construir un jardín vertical en patio de 20 metros cuadrados.
No obstante, el presupuesto final de este centro superará los 4,1 millones de euros, ya que además de construir el edificio hay que dotarlo de equipamiento para que pueda ponerse en funcionamiento.
La creación del Centro de Envejecimiento Activo en Antonio Maura está cofinanciada al 50% con fondos europeos. Es una de las obras conveniadas con la ayuda de Europa con un mayor impacto social, que pretende convertirse en un referente para la asistencia de personas mayores.
De colegio provincial a centro de referencia de tercera edad
La Casa de Cultura de Castelló es un edificio muy singular en Castelló. Se construyó en la década de los años 30 del siglo XX sobre un proyecto de Vicente Traver Tomás para albergar el primitivo colegio de la Consolación.
Con los años, pasó a ser de titularidad municipal y se destinó a diferentes usos, fundamentalmente de carácter cultural y social.
La planta del edificio tiene unas dimensiones de 725,74 metros cuadrados, con forma de ‘T’, porque se edificó tomando como base cuatro edificios diferentes que se articularon en torno a su patio central.
De esta forma, la Casa de Cultura de Castellón da a tres calles: Isabel Ferrer, Antonio Maura y Enmedio. Los estilos arquitectónicos de cada una de las fachadas son completamente diferentes. Por ejemplo, la que recae sobre Isabel Ferrer aprovechaba la existencia de una casa señorial valenciana de los siglos XVI-XVI, mientras que la fachada de la calle Enmedio responde más a los edificios de viviendas de principios del siglo XX.
Se trata también de un inmueble reconocido de ‘Interés Local’ y ‘protección parcial’, del que no se pueden alterar sus fachadas ni algunos de sus espacios interiores. Por esa razón, también, La Conselleria concedió autorización a las obras, pero de forma condicionada a que se respetaran los elementos más significativos, y a la realización de un estudio arqueológico una vez se realice la demolición interior.
El periodo de ejecución de las obras está calculado en 18 meses, que comenzarían probablemente antes de que acabe 2020
La propuesta del Centro de Envejecimiento Activo de Antonio Maura
Los usos, espacios y servicios del nuevo centro se perfilaron después de consultar a 71 particulares y 11 colectivos ciudadanos.
La planta baja acogerá un punto de orientación e información, la cafetería, un salón de actos para cien personas, una sala de exposiciones y zona housing. La primera planta desplegará un área de actividades lúdicas, una sala de lectura y otra de estudio y dos aulas polivalentes. El gimnasio, una sala de actividad física, el servicio de peluquería, fisioterapia y podología, junto a talleres polivalentes y una zona de estimulación sensorial, se ubicarán en la segunda planta. La tercera estará reservada a despachos, sala de reuniones, el área de dirección y administración y una sala de ensayos insonorizada. Otro de los atractivos del nuevo centro es la recuperación de la azotea, donde se implementarán terrazas y zonas de descanso y un huerto urbano.
Desde el punto de vista arquitectónico el proyecto destaca por su complejidad, al tratarse de cuatro edificaciones inicialmente independientes que serán integradas en un inmueble único y 100% accesible. Se preservan también las fachadas dado el grado de protección del inmueble.
Como elementos singulares, el nuevo Centro de Envejecimiento Activo y Saludable de Castelló contempla una red de patios interiores para aportar luz natural y ventilación a todas las estancias.
Teniendo en cuenta la perspectiva de género y las condiciones físicas de las personas mayores, se han dispuesto servicios higiénicos generales en cada planta separados por sexos y aseos adaptados específicos; así como zonas de circulación horizontal evitando recorridos largos y acotándolos con espacios de espera y una cuidada iluminación. Prima además la instalación de puertas automatizadas.
La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco ha señalado: “Castelló avanza con paso firme hacia un modelo de ciudad inclusivo y amable, como muestran los avances para materializar el futuro Centro de Envejecimiento Activo y Saludable, que sitúa a las personas mayores en el eje de las políticas del bienestar, los servicios y el urbanismo”.
Marco ha recordado, que esta actuación “de fuerte sello social” y que servirá para recuperar y poner en valor uno de los edificios más emblemáticos de nuestro casco histórico, acercará a la ciudadanía “más de 2.200 metros cuadrados de servicios para potenciar la vida comunitaria y el aprendizaje intergeneracional”.
El futuro centro busca optimizar las oportunidades de salud, participación social y seguridad de las personas mayores que promueve la OMS para garantizar un envejecimiento activo. También mejorar su calidad y esperanza de vida saludable y ampliar su red de apoyo social.